La Comunidad de Madrid —como ya había hecho días atrás Italia a nivel nacional y fue replicado por Bélgica— decretará el cierre total a partir de este sábado 14 de marzo de todos los establecimientos salvo farmacias, alimentación, quioscos, estancos y restaurantes (solo para envíos de comida a domicilio o recogida).

La decisión forma parte del paquete de medidas urgentes como consecuencia de la expansión del coronavirus en la región (la más afectada en España, con más de 2.250 contagios y 86 muertos). Las boticas quedan excluidas de este bloqueo al ser consideradas “servicios esenciales” para la población.


El cierre total ya se ha replicado en otras comunidades autónomas, y con las mismas excepciones. Es el caso, por ejemplo, de Cataluña. También en Murcia, si bien en este caso solo afecta a determinados municipios de la costa donde se ha detectado alta presencia de turistas. En este caso, el cierre de comercios salvo supermercados y farmacias se ha complementado con el confinamiento de cerca de medio millón de personas.

En País Vasco, su Lehendakari Iñigo Urkullu ya ha adelantado la aprobación por parte del Departamento de Salud de la Declaración de Emergencia Sanitaria, que podría dar sustento legal a este tipo de medidas. La Xunta de Galicia también ha decretado en la tarde del 13 de marzo la Declaración de Emergencia Sanitaria para la región.

En el caso de Italia, esta medida ha ido acompañada de la promoción por parte de las propias farmacias y Cruz Roja de un servicio gratuito de dispensación de medicamentos a domicilio. El servicio está destinado para mayores de 65 años vulnerables (que vivan solos o sean dependientes, por ejemplo) y ciudadanos que se encuentren en cuarentena.

“Con este servicio, las farmacias demuestran, una vez más, una iniciativa y un compromiso incansable con la población, indica el presidente de la patronal farmacéutica italiana Federfarma, Marco Cossolo.