Tal como ha informado EG, la Comunidad de Madrid ha retomado los trámites para la aprobación de una nueva Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica con la que sustituir a la aun vigente de 1999. El objetivo no es otro sino adaptar la actual Ley de Farmacia regional a las nuevas necesidades y realidades tanto de la sociedad como de la propia profesión.

El ‘reinicio’ de esta tramitación —tras los intentos en legislaturas pasadas— comenzó con la publicación de un primer texto de anteproyecto de la ley en el Portal de Transparencia de la Comunidad de Madrid. Una suerte de ‘adelanto’, de fase 0, por “transparencia administrativa” y en un proceso en el que el tiempo apremia dada la especial brevedad de esta legislatura iniciada el pasado mes de mayo y que expira en 2023. De hecho, la tramitación se hará por la “vía de urgencia”.

Como principales novedades, en él se recoge la “entrega informada de medicamentos” en domicilios de pacientes vulnerables o modificaciones en el ámbito de los concursos y horarios de las oficinas de farmacia regionales.

Ahora bien, según se transmite a EG desde la Dirección General de Ordenación e Inspección de la Consejería de Sanidad —departamento encargado del proceso— este anteproyecto contará con una versión “más completa, elaborada y pulida” que incluirá, por ejemplo, los informes preceptivos de otros organismos y departamentos ‘implicados’ en la norma (Consejerías de otros ramos, secretarias geneales, etc.).

Será ese anteproyecto ‘versión 2.0’ de nueva LOF el que se someta a los trámites oficiales, siendo el primero de ellos el de audiencia pública e información. “Ese es el momento procedimental oportuno para que todos los potenciales destinatarios de la norma tengan la posibilidad de emitir su opinión”, indican a EG desde la Dirección General de Inspección ante la cierta confusión que se había creado en el sector sobre los plazos para llevar a cabo estas aportaciones.