El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, a través de la vocalía nacional de alimentación, ha elaborado una infografía sobre el sistema de etiquetado nutricional NUTRISCORE en la que recoge en qué consiste, cómo funciona, así como los principales argumentos a favor y en contra de este sistema de información entre la comunidad científica.

El objetivo de esta iniciativa, tal y como explica Aquilino García, vocal nacional de Alimentación del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, es ofrecer contenidos rigurosos de una forma muy visual y divulgativa acerca de un tema que está generando mucha controversia.

“Este sistema de etiquetado nutricional, es una medida más, que debe ir integrada en toda una serie de estrategias de promoción de la salud, estrategias tanto informativas y formativas como facilitadoras de entornos saludables y sostenibles”, afirma Aquilino García, quien aprovecha para recordar que una alimentación saludable y sostenible debe basarse en el consumo prioritario de alimentos frescos o mínimamente procesados, estacionales y de proximidad, evitando en la medida de lo posible los alimentos envasados y pareciéndose lo más posible a nuestra dieta mediterránea.

¿Qué es Nutriscore?

Nutriscore es un sistema de etiquetado nutricional frontal que permite a los consumidores valorar la calidad nutricional de los alimentos que van a comprar. Se trata de un modelo que simplifica y complementa la interpretación de la etiqueta de Información nutricional situada al dorso de los envases.

El sistema NutriScore se divide en cinco niveles o etiquetas, según la calidad del alimento procesado y/o envasado

En concreto, se un sistema que solo se aplica a alimentos procesados y envasados y consiste en un logotipo de 5 colores asociados a letras que describen 5 clases de calidad nutricional que van del verde oscuro, para la calidad óptima (letra A), al rojo (letra E) para la peor.

Actualmente, el sistema de etiquetado Nutriscore es voluntario para los fabricantes, a falta de que la normativa europea decida sobre su obligatoriedad. En España está prevista su incorporación en el cuarto trimestre de 2021.

Argumentos a favor y en contra

Entre los argumentos a favor de este sistema nutricional destaca que está desarrollado y elegido sobre bases científicas que demuestran su efectividad y su superioridad respecto a otros sistemas. Además, la selección de alimentos según esta escala se ha asociado con un menor riesgo de enfermedades crónicas y menor mortalidad; y permite a los consumidores realizar una compra saludable en base a una opinión razonada.

Por el contrario, entre las críticas a este sistema se encuentra que no permite dar respuesta a los graves problemas nutricionales de la sociedad moderna; que silencia el consumo desorbitado de alimentos ultraprocesados y la adaptación hacia una dieta sostenible y respetuosa con el planeta; y que no es un sistema fácilmente comprensible, neutral, ni adaptado a los hábitos alimentarios de la población.

Para Aquilino García, es reseñable también que desde el propio Ministerio de Consumo se esté abierto a adaptaciones en la puntuación o incluso a excluir del sistema, alimentos básicos en nuestra dieta mediterránea y que tengan otras propiedades saludables no reflejadas en Nutriscore, como es el caso del aceite de oliva virgen.