Farmacéuticos del Servicio Nacional de Salud (SNS) de Portugal han iniciado una nueva serie de protestas contra el Ministerio de Salud con el fin de resolver problemas que atañen tanto al desempeño de su profesión. El episodio de esta semana es el primero de los tres parones previstos que se prolongarán después de verano, que suponen la continuación de las manifestaciones iniciadas a finales de junio, con las que denuncian bajos salarios y condiciones de trabajo precarias.

Así lo anuncia la Ordem dos Farmacêuticos (OF), organismo que representa a los profesionales de la botica de Portugal, que avanza que la nueva ronda de manifestaciones convocadas por el Sindicato Nacional de Farmacéuticos (SNF) continuarán los días 5 y 9 de septiembre en el sur y norte del país y el 19 con un paro nacional. “La atención que se le ha dado al área farmacéutica en el SNS es casi nula”, ha expresado Henrique Reguengo, presidente del SNF. Según la propia organización gremial, la huelga de esta semana ha tenido un seguimiento de cerca del 90 por ciento “en línea con los paros realizados a finales de junio”. En esas fechas fue cuando los farmacéuticos hospitalarios de Portugal se movilizaron también para exigir una revisión salarial, la regularización de los contratos precarios o adecuar el número de farmacéuticos según las necesidades del SNS.

Como recogen medios locales, de entre las reivindicaciones figuran la actualización de las escalas salariales, el cómputo íntegro del tiempo de servicio para la promoción y la carrera profesional, la adecuación del número de farmacéuticos a las necesidades del servicio público y el reconocimiento por parte del Ministerio de Sanidad del título de especialista. El sindicato lamenta que el Ministerio de Salud “permanezca en silencio y sin manifestar intención alguna de iniciar un proceso serio de negociación”. Denuncian además que desde 2017 no ha habido revisión de tabla salarial y que el inicio de la residencia va con seis años de retraso.

Situación similar en alemania

Este mismo junio los farmacéuticos alemanes salieron a la calle en una protesta nacional para reclamar medidas que garantizaran la sostenibilidad de la profesión. En concreto cerca de 18.000 farmacias de Alemania cerraron sus puertas en desaprobación a las últimas decisiones del Gobierno en materia de política sanitaria. La Unión Federal de Asociaciones de Farmacéuticos Alemanes (ABDA, por sus siglas en alemán) organizó una protesta para denunciar la “falta de reconocimiento de los políticos, los cuellos de botella permanentes, la burocracia excesiva, los salarios y costes energéticos”.

La jornada de protestas a nivel nacional puso en cuestión la política de salud del Gobierno federal “tras diez años de estancamiento en la retribución de las farmacias” y la rebaja de las tarifas que ha derivado de la Ley de Estabilización Financiera, aprobada a finales de 2022. Los farmacéuticos alemanes han criticado durante los últimos meses las diversas situaciones que aquejan al colectivo, un descontento que se suma al rechazo de la reciente norma conocida como ‘ley de cuello de botella’, de la que consideran que no mejorará la situación económica de las farmacias ni ayudará a estabilizar el suministro de medicamentos.


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