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Es notorio que la pandemia ha provocado un aumento de los casos de depresión mayor y trastornos de ansiedad. En España, con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), a mediados de 2020, había 2,1 millones de personas con un cuadro depresivo, el 5,25 por ciento de la población mayor de 15 años de todo el país. Se estima que la depresión afecta al 4,7 por ciento de los hombres y al 7 por ciento de las mujeres. Asimismo, el consumo de ansiolíticos sedantes e hipnóticos subió en 2020 a 91 dosis diarias por cada 1.000 habitantes, lo que supone un incremento del 4,5 pro ciento con respecto al año anterior y de casi el 10% con respecto a hace una década, según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.

Estos datos revelan la magnitud del problema sanitario que representa la pandemia silenciosa de la Salud Mental, y en ella los farmacéuticos pueden desarrollar un papel fundamental, colaborando con los pacientes en el conocimiento del uso de sus medicamentos para conseguir los objetivos terapéuticos esperados. Asimismo, los farmacéuticos pueden detectar pacientes con problemas de adherencia e identificar los motivos y actuar en consecuencia.

Por ello, los farmacéuticos —a través del Consejo General de COF— han puesto en marcha una campaña para prevenir la falta de adherencia a los tratamientos en pacientes con ansiedad y depresión. Con el lema “Tu tratamiento farmacológico no es un capricho”, los farmacéuticos mejorarán la adherencia de los pacientes a sus tratamientos de depresión o ansiedad

Farmacéuticos, esenciales en Salud Mental

Esta nueva acción se enmarca en el programa HazFarma, que cuenta con la colaboración de Laboratorios Cinfa, iniciado en 2014, con otras siete campañas anuales ya desarrolladas.

En año con la acción “Adhvierte: la importancia de la adherencia”, cerca de 2.000 farmacéuticos desarrollarán Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales, utilizando NodoFarma Asistencial para el registro de su actividad. Esta acción se llevará a cabo durante seis meses para mejorar la adherencia de los pacientes a sus tratamientos de depresión o ansiedad.

El incumplimiento del tratamiento implica un riesgo de recaída de la enfermedad o de su empeoramiento. Por este motivo, los farmacéuticos comunitarios tienen un papel esencial en la prevención de la falta de adherencia terapéutica de estos pacientes. La farmacia comunitaria española, por su accesibilidad, cercanía y confianza por parte del ciudadano, permite a los farmacéuticos tener un rol privilegiado en la ayuda a estos pacientes dentro del sistema sanitario.