La alianza entre farmacéuticos y dermatólogos es fundamental para un diagnóstico precoz del cáncer de piel. La colaboración entre ambos profesionales “hará que muchos pacientes detecten antes cualquier tipo de problema, como el melanoma u otra enfermedad cutánea”, ha resaltado Manuel Martínez del Peral, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), durante la conferencia ‘Dermatólogos y farmacéuticos, aliados frente al cáncer de piel’.
De hecho, tanto Reyes Gamo como Uxúa Floristán Muruzábal, ambas profesionales del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Fundación de Alcorcón, han hecho hincapié en el importante papel de los farmacéuticos. “Sois el primer paso en diagnostico de cáncer de piel, sois los primeros asesores de salud”, ha declarado Gamo, mientras que Floristán ha añadido que la farmacia es “la primera línea de atención al paciente”.
Asimismo, Gamo ha destacado que la labor de estos profesionales en la prevención del cáncer cutáneo es clave porque tienen altos conocimientos biosanitarios, acceso a muchas personas y confianza que la gente deposita en ellos.
Por tanto, es crucial que los farmacéuticos estén formados, tal y como ha indicado el presidente del COFM. Algo en lo que ha coincidido Raquel Aguado Benito, vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del COFM: “El farmacéutico debe saber distinguir las señales de alerta de una lesión cutánea para así derivar a sus pacientes al dermatólogo”. En este sentido, Aguado ha instado a promover la autoexploración para detectar de forma precoz cualquier señal que pueda indicar un cáncer de piel.
‘Escanea tu piel’
Los expertos han presentado la campaña Euromelanoma 2022, que se desarrolla bajo el lema ‘Escanea tu piel‘, y es una acción en la que colaboran la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y el COFM. “Se trata de una iniciativa a nivel europeo que pretende promover hábitos de vida saludables”, ha explicado Aguado.
Dentro de esta campaña, los dermatólogos de la AEDV retoman de forma presencial las exploraciones gratuitas a pacientes para verificar la salud de su piel previa cita online. Así, del 5 al 30 de junio, los pacientes de riesgo que así lo requieran pueden solicitar un test de riesgo.
En la red de oficinas de farmacia madrileñas se puede encontrar un póster donde los pacientes que tengan dudas al detectar una variación u anomalía cutánea pueden encontrar un QR y el teléfono de contacto para pedir cita gratuita con un dermatólogo. “Desde la farmacia hemos intentado darle la mayor difusión a esta campaña“, ha asegurado la vocal de Dermofarmacia.
Además, han elaborado una guía de fotoprotección en la que aparecen distintas patologías dermatológicas y, dentro de ellas, las condiciones que debe reunir un protector solar para proteger la piel.
Durante el primer año de pandemia se experimentó una disminución de los diagnósticos de cáncer de piel en general y de melanoma en particular, lo que conlleva una menor supervivencia del paciente. Los médicos calculan que, en 2020, una de cada cinco personas con melanoma en fase inicial no fue diagnosticada.
Prevención y diagnóstico del melanoma
La mejor forma de prevención de un cáncer de piel es protegerse del sol. “Quemarse no significa solo tener ampollas; ponerse rojo al sol es malo para la salud y provoca daño en el ADN celular”, ha aclarado Reyes Gamo. Es más, una exposición solar crónica se relaciona con un melanoma de tipo maligno.
Se calcula que entre el 50 y el 80 por ciento de la radiación ultravioleta se recibe antes de los 18 años. “La prevención primaria, la fotoprotección, es muy importante, sobre todo, en edades tempranas de la vida porque la piel tiene memoria. Las quemaduras en la infancia son las peores y las que van a marcar la salud de nuestra piel”, ha indicado Uxúa Floristán.
El primer diagnóstico debe ser el de uno mismo: la autoexploración. “Los cambios son muchas veces los que dan la pista”, ha señalado Gamo, por lo que recomienda emplear 10 minutos al mes para autoexplorarse. Y es que el diagnóstico del melanoma en fases precoces puede disminuir la incidencia y mortalidad.
“Se ha visto un aumento a nivel mundial de la incidencia del melanoma y, en los próximos años, la tendencia continúa al alza”, ha lamentado Floristán, quien ha calificado el melanoma como uno de los tumores más agresivos. Sin embargo, tiene un lado positivo: es visible.
Las dermatólogas han apuntado que la principal estrategia en la lucha contra el melanoma es el diagnóstico precoz. Y esto pasa por reconocer y alertar de los signos a tiempo. Algo que se puede hacer con la ‘Regla ABCDE’: asimetría, bordes, colores, diámetro y evolución. De este modo, Floristán ha explicado que los melanomas son de tipo benigno cuando son simétricos, con bordes regulares, de color homogéneo y tamaño inferior a 6mm, mientras que los de tipo maligno son asimétricos (los dos lados no coinciden), los bordes son irregulares, presentan varios colores y son de un tamaño superior a 6mm. “La clave para vencerlo es reconocerlo“, ha aseverado.
Por su parte, Gamo ha afirmado que se han producido avances en el diagnóstico: “Los dermatólogos utilizamos la dermatoscopia manual y dermatoscopia digital: se toman fotos de todo el cuerpo para ver los lunares, si han crecido o cambiado o han aparecido nuevos; nos da mucha información”, ha apuntado.
Además, ha mencionado la microscopía confocal, que se usa en los hospitales. “Es una técnica sorprendente: vemos la lesión con una anilla”, ha explicado. Se trata de un láser que incide sobre la piel, emite una señal que el ordenador recoge y la convierte en una imagen bidimensional en blanco y negro.
Floristán ha hecho referencia al cáncer cutáneo no melanoma, que es “más frecuente, pero menos agresivo” que el melanoma. Dos de los tipos más comunes son el carcinoma basocelular (el más frecuente en el ser humano y con mayor riesgo de desarrollar un melanoma) y el carcinoma epidermoide (es más raro que el basocelular, pero más agresivo y es la causa más frecuente de muerte por cáncer cutáneo en mayores de 85 años).
Por su parte, Gamo ha señalado como lesiones benignas: lentigios solares, queratosis seborreicas, dermatosis papulosa negra, hemangiomas capilares “puntos rubí”, dermatofibromas, fibromas blancos o acrocordones, nevus intradérmicos y moluscos, entre otros.