El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), a través de la Vocalía Nacional de Analistas Clínicos, y la Asociación Española del Laboratorio Clínico (AEFA) han conmemorado el aniversario de una fecha trascendental para la profesión, como fue la aprobación del Real Decreto 2708/1982, de 15 de octubre, por el que se regulan los estudios de especialización y la obtención del título de Farmacéutico Especialista, que permitió por primera vez, el acceso de los farmacéuticos a la especialidad en Análisis Clínicos.

El encuentro comenzó con Pilar Marí Claramonte, especialista en Análisis Clínicos y vocal nacional de Farmacéuticos Analistas Clínicos del CGCOF, que quiso poner en valor una especialización que “al principio no fue fácil, pero con rigor y esfuerzo logramos algo épico”. Un camino que se abrió hace 40 años y que ha contribuido de manera fundamental al desarrollo del colectivo. “Apostamos por itinerarios de flexibilidad, polivalencia y transversalidad en un momento de escasez de especialistas”, con el objetivo de promover la cohesión y el desarrollo de la profesión.

“El decreto fue un gran avance profesional que puso a la farmacia en lo más alto e las profesionales sanitarias”

Jesús Aguilar, presidente del CGCOF

Jesús Aguilar, presidente del CGCOF, quiso celebrar los 40 años de “un gran avance profesional que puso a la farmacia en lo más alto e las profesionales sanitarias”. Agradeció a una generación de “pioneros que tenemos como referencia porque su empeño repercutió en la profesión y en la sociedad”. A pesar de los halagos, Aguilar también hizo hincapié en la necesidad de incrementar las plazas de formación especializada em farmacia clínica o salud pública. “La especialidad tiene un protagonismo creciente en el sistema sanitario. Apostar por una mayor integración del farmacéutico en el sistema sanitario es bueno para todos”.

Inicios del decreto

Conseguir la especialidad de analistas clínicos para los farmacéuticos fue un hito complejo de realizar. Costó mucho incorporar al farmacéutico a disciplinas que pertenecían en exclusiva a la medicina y eran otros profesionales quienes acaparaban esas actividades. En la intrahistoria de la obtención del título de especialista emergen dos nombres: Ramón Goya Ramos, expresidente de AEFA y Carlos Gómez Canga-Argüelles, exvocal Nacional de Farmacéuticos Analistas Clínicos del CGCOF. Ramón contaba la anécdota de cuando les llamaban los “pesados de la gabardina”, porque tanto él como Carlos estuvieron mucho tiempo insistiendo a las autoridades para poner en marcha un decreto de especialidad clínica para los farmacéuticos. Ambos consiguieron que los vocales de todas las provincias de España enviaran solicitudes para hacer presión. “Llenamos dos habitaciones del ministerio de Educación con solicitudes”, aseguraba Carlos Gómez. Ambos coincidían en el papel destacado que protagonizó el exministro de Educación y Ciencia, Federico Mayor Zaragoza.

Entrevista a Federico Mayor Zaragoza

La importancia de Federico Mayor Zaragoza

El expolítico, a pesar de durar poco tiempo en el cargo, tuvo una implicación directa en esta cuestión, aunque no quiso acaparar la importancia que el resto de ponentes le otorgaron. “No depende de la voluntad de un ministro, depende de la acreditada capacidad de los profesionales de la farmacia que tienen un extraordinaria formación de los análisis”, respondía en una entrevista previa emitida durante el encuentro. Mayor Zaragoza ponía en valor así la figura del farmacéutico, del que dijo que “era difícil encontrar un profesional que abarque tantos planes de la especie humana”.

“Formamos parte de avanzadilla de las profesiones para el análisis clínico, preventivo y diagnostico”

Federico Mayor Zaragoza, exministro de Educación y Ciencia

Para el exministro la percepción de la sociedad han cambiado mucho respecto a los farmacéuticos. Ya no les consideran sólo como dispensadores de medicamentos, sino como personas que saben de análisis, vacunación o producción de nuevos derivados, entre otras muchas cosas. “Tenemos un gran espectro de formación, que es al mismo tiempo muy concreto, y por ello formamos parte de avanzadilla de las profesiones para el análisis clínico, preventivo y diagnostico”.

Retos del presente y futuro

Miriam Martínez Villanueva, vicepresidenta de AEFA, ejemplificó la importancia del laboratorio clínico: “Hemos sido pioneros en acceder educación especializada, estamos plenamente incorporados en equipos multidisciplinares”. Pero los laboratorios no son sólo una fábrica de datos, sino de conocimiento, porque los especialistas asesoran e interpretan resultados. “Acompañamos al paciente desde la parte preanalítica, fase analítica y post, donde no entregamos sólo un resultado, interpretamos biomarcadores y nuevas disciplinas, como la medicina de precisión, donde siempre tenemos que dar una valoración del informe”.

Para Villanueva lo fundamental es la colaboración entre instituciones sanitarias en beneficio del paciente, donde el análisis clínico forma una parte importante del proceso. Como sucede con la detección del cáncer colorrectal, donde intervienen oficinas de farmacia que ofrecen los dispositivos de muestra, los centros de salud los facilitan a los laboratorios clínicos especializados que hacen el test y estos mandan los resultados a Sanidad, que deriva al paciente al especialista.

La vicepresidenta de la AEFA también insistió en que los profesionales deben tener un aprendizaje continuo y potenciar la formación de calidad, “si queremos dar la mejor atención al paciente debemos estar actualizados”, concluye.


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