Las farmacias de la capital pusieron a disposición de los ciudadanos 4,6 millones de test de autodiagnóstico durante las pasadas Navidades, según un estudio realizado por el Colegio de Farmacéuticos de Madrid (COFM). En la antesala de las fiestas y frente al previsible aumento de contactos que conllevan, la Comunidad puso en marcha una campaña de dispensación y entrega de test de autodiagnóstico gratuito a través de la red de boticas madrileñas, con el objetivo de frenar la sexta ola de la pandemia.
“Se respondió de forma ejemplar, las farmacias fueron un punto de atención sanitaria y prevención que es por lo que luchamos día a día”
Manuel Martínez del Peral, presidente del COFM
Los farmacéuticos llevaron a cabo una labor de sobreesfuerzo para que los ciudadanos estuvieran informados y atendidos en momentos de temor e incertidumbre. Gracias a su accesibilidad el farmacéutico ha sido clave como profesional sanitario. “Se respondió de forma ejemplar, las farmacias fueron un punto de atención sanitaria y prevención, que es por lo que luchamos día a día”, comenta Manuel Martínez del Peral.
Detalles del estudio
Ante el aumento de la tasa de incidencia, la Comunidad de Madrid planteó a las boticas la dispensación de los test en una campaña que duró casi tres meses y donde participaron 2.900 farmacias. Cada una de ellas repartió una media de 1.600 test, 30 diarios. Es decir, si cada farmacia tiene una media de 100 visitas diarias, tuvieron un 30 por ciento de incremento en la operativa diaria. El sistema funcionó a través del sistema de receta electrónica y con una aplicación móvil para los mutualistas. A pesar de las dificultades iniciales y los conflictos que generó la falta de pruebas autodiagnósticas, “la campaña contribuyó al control de la ola y la detección de casos positivos que hubieran podido expandir la enfermedad de forma más notoria”.
Para conocer los datos y la implicación del personal durante el periodo analizado, se realizó una encuesta online con varias preguntas enfocadas tanto al paciente como al farmacéutico y que contó con la participación de más de mil profesionales.
Resultados
Alrededor del 70 por ciento de la población de la Comunidad de Madrid, más de 4,6 millones de personas, accedió al test gratuito. Pero la campaña no se centró sólo en la entrega, también fue de información. Casi 8 de cada 10 farmacéuticos indicó que proporcionaron información técnica (uso, interpretación de resultados, qué hacer en caso de positivo, etc.) a los pacientes. De hecho, 3 de cada 10 regresaron a la farmacia para solicitar aclaraciones adicionales sobre los mismos.
Además, 1 de cada 3 ciudadanos pedían realizarse el test en las farmacias. “El más vulnerable es el que lo demandaba, población mayor o con otras enfermedades, lamentablemente no se supo adecuar la normativa”, explicaba Óscar López, vicepresidente primero del COFM.
Más del 50 por ciento de los encuestados afirmó que dedicó entre 1 y 5 minutos a la dispensación de los test y el 20 por ciento entre 5 y 10 minutos. La media de cada actuación fue cerca de 3 minutos. La consecuencia directa de esto es que para casi la totalidad de los profesionales (98,3 por ciento) esta campaña supuso una alteración del día a día de su trabajo en la farmacia. Más del 80 por ciento consideró que se les debía haber retribuido.
El tiempo estimado que los profesionales dedicaron a esta empresa fue de casi 60 horas por farmacia, lo que se traduce en 3,5 millones de euros en coste de personal, unos 1.200 euros por botica en recursos humanos.
“En un momento crítico se pone la salud de los pacientes por delante de criterios económicos”
Manuel Martínez del Peral, presidente del COFM
Conclusiones
Los resultados de este sondeo demuestran el valor la red de farmacias como un recurso asistencial estratégico del Sistema Nacional de Salud y ha sido una campaña que ha contribuido en detectar de manera precoz la enfermedad.
Según Óscar López, el estudio evidencia que la red de farmacias de la Comunidad de Madrid “es la vía más adecuada para formar e informar a la población en productos tan importantes como los test de antígenos, gracias a la capilaridad, cercanía, horarios de atención y capacidad profesional de los farmacéuticos”.
Para el Colegio, esta labor ha puesto de manifiesto que hay que generar adecuaciones legislativas para que las farmacias aumenten la cartera de servicios sanitarios que los pacientes demandan. “En un momento crítico, se pone la salud de los pacientes por delante de criterios económicos”, argumenta del Peral, que demanda ir hacia un modelo de integración en la estructura sanitaria “que tanto bien hace a los pacientes”.
Por ello, solicitan que las farmacias puedan ofrecer nuevas prestaciones como la atención farmacéutica domiciliaria, participación en cribados o labores de vacunación. “Hemos demostrado una responsabilidad que debe impulsar una colaboración más estrecha de la red de farmacias con el sistema de salud, ya que descargaría de presión asistencial a la Atención Primaria”, concluye el presidente del COFM.