Las dispensaciones de test de autodiagnóstico de COVID-19 en farmacias sin necesidad de receta han caído un 49 por ciento en comparación con el volumen de ventas registrado en los primeros días tras habilitarse esta posibilidad el pasado 22 de julio.

Así lo corrobora un informe de la consultora Iqvia que confirma la estabilización, a la baja, de la adquisición de estas pruebas por los ciudadanos tras el ‘boom’ del estreno. Un inicio en el que incluso muchos establecimientos agotaron sus stocks. En el cómputo de 2021, la red de farmacias ha dispensado más de 3,7 millones de autotest de COVID-19, casi todos ellos una vez se permitió el libre acceso a estos productos.

Según destaca Iqvia, la semana más prolífica en dispensaciones de autotest de antígenos y anticuerpos —siendo predominante la primera— tuvo lugar entre el 26 y 1 de agosto, donde se superó el millón de dispensaciones. Posiblemente, al coincidir con el inicio de las vacaciones de buena parte de la población. Ahora bien, con la llegada de agosto, las ventas de redujeron a cerca de 747.000 unidades (semana del 2 al 8), y los últimos datos apuntan a cifras en torno a 554.000 ventas/semana (del 9 al 15). Actualmente, según apunta esta consultora, la red de farmacias dispone de stock “suficiente” para cubrir la demanda social.

En el análisis por CC.AA, desde que se habilitó la venta libre Cataluña se erige como la región con mayor volumen de venta de test de autodiagnóstico. En concreto, sus farmacias dispensan una de cada cuatro pruebas que se venden en las boticas españolas (25 por ciento). El particular podio de este ranking lo completan Andalucía (18 por ciento del total de dispensaciones) y Comunidad de Madrid (11,6). En el extremo opuesto, son las farmacias de Navarra (0,8 por ciento) y La Rioja (0,9) las que menos ventas de estos productos acumulan.