La demanda de test de antígenos en las farmacias sigue su tendencia al alza. Desde finales de junio su venta se ha incrementado un 278 por ciento, según el análisis realizado por la consultora Iqvia correspondiente a la semana del 7 al 13 de agosto.

Las comunidades autónomas donde más se observa el crecimiento son Cantabria, Navarra, y Comunidad Valenciana. Mientras que la primera registra un pico del 908 por ciento que se traduce en 8.259 unidades vendidas, las otras dos se quedan en incrementos que no superan el 500 por ciento con 3.759 unidades vendidas en Navarra y 50.551 en la Comunidad Valenciana, respectivamente.

Por detrás de estas tres CC. AA. figuran La Rioja (486 por ciento y 2.436 unidades vendidas), Baleares (477 por ciento y 12.135 unidades vendidas) y Castilla y León (412 por ciento y 14.560 unidades vendidas). Las autonomías que presentan cifras menores de crecimiento son Islas Canarias (47 por ciento y 9.136 unidades vendidas), la Comunidad de Madrid (124 por ciento y 20.671 unidades vendidas) y la Región de Murcia (168 por ciento y 4.854 unidades vendidas).

Si se comparan las cifras con las de la semana anterior al periodo analizado (del 31 de julio al 6 de agosto), se observan aumentos significativos, ya que en dicho periodo los incrementos en la demanda alcanzaban el 174 por ciento. Del mismo modo, se vislumbra un cambio en la autonomía con mayor subida. En la semana anterior no fue Cantabria el territorio que más incrementó sus ventas, sino que fue Navarra (653 por ciento y 4.487 unidades vendidos).

Nuevas variantes

La consultora ha analizado las ventas de test de antígenos en 6.500 farmacias y ha observado un claro incremento en todas las regiones. El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, durante su discurso inaugural en la reunión de ministros de salud del G20, que tiene lugar en la India, recordó que se están multiplicando los contagios en algunos países, a la vez que puso y el punto de mira en la variante BA.2.86, por contener “un gran número de mutaciones”.

Hace apenas diez días, la OMS informó de la existencia de una nueva variante de la COVID-19, llamada EG.5, que podría incrementar los contagios en el mundo, aunque no se ha demostrado que cause más hospitalizaciones. La Organización pública la calificó “de interés” pero con una amenaza “baja” para la salud pública.

EG.5 es una variante de XBB.1.9.2. Se detectó por primera vez el 17 de febrero y se vigiló desde el 19 de julio. Tiene una mutación adicional F456L en la proteína espiga que le da ventaja de crecimiento y capacidad de escapar al sistema inmunitario. Dentro de EG.5, la subvariante EG.5.1 tiene otra mutación Q52H en la espiga y representa el 88 por ciento de las secuencias disponibles.


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