Alberto Cornejo Madrid | miércoles, 10 de julio de 2019 h |

Si se toman como referencia —y debe hacerse— las recomendaciones (umbrales) fijadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), España cuenta ‘históricamente’ con un problema respecto a sus tasas de cobertura de vacunación antigripal. De manera especial, en determinados grupos de riesgo. Un problema que se ha agravado ligeramente en la campaña 2018-2019 recientemente concluida, en la cual España se aleja un poco del 75 por ciento de cobertura de población diana que fija la OMS. También lo hace del 65 por ciento que, en un primer objetivo antes de alcanzar mayores cuotas, fijó recientemente el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.

Según los datos publicados por el Ministerio de Sanidad relativos a la última campaña (2018-2019), la tasa de vacunación ha descendido en el que puede considerarse grupo de riesgo por excelencia y que sirve como referencia del análisis: los mayores de 65 años. En concreto, solo un 54,2 por ciento de los cerca de 8,7 millones de personas mayores de 65 años que conformarían la población diana en este colectivo se inmunizó frente a la gripe en la última campaña. Cabe recordar que el 75 por ciento de los casos graves de gripe que requieren hospitalización y más del 80 por ciento de las defunciones por gripe se producen en este rango de edad.

En caída desde 2010

Estos resultados suponen un descenso de 1,5 puntos porcentuales respecto a la campaña 2017-2018 (55,7 por ciento) y mantener la preocupante tendencia a la baja experimentada en la actual década respecto al colectivo de mayores de 65 años, que se estrenó (2010) con un 65,7 por ciento de vacunados (ver tabla). La cobertura actual se aleja en casi 20 puntos porcentuales al 75 por ciento que recomienda la OMS y algo más de 10 puntos del objetivo fijado por Ministerio y CC.AA.

En el análisis por regiones, solamente La Rioja se ‘acerca’ o supera estos umbrales —según la referencia internacional o nacional que se tome— con un 65,7 por ciento de mayores de 65 años inmunizados en la última campaña. También son destacables, dentro de este perfil bajo, los datos de Castilla y León (62 por ciento) y País Vasco (58,9 por ciento). En el peor extremo se ubican Ceuta (con un pírrico y alarmante 24,8 por ciento); Melilla (41,1) y Baleares (43,1 por ciento).

Datos así vuelven a situar en escena el debate sobre si se debe mejorar la información a la sociedad sobre la importancia de vacunarse rente a la gripe, así como si se debe facilitar una mayor accesibilidad apostando por puntos complementarios de inmunización como pueden ser las oficinas de farmacia. Las experiencias internacionales existentes en este sentido (Francia, Portugal, Inglaterra, etc.) confirman un aumento de las tasas de vacunación cuando se incorpora a las boticas en estas estrategias.

Embarazadas y sanitarios: mejoría… aún preocupante

En otros grupos de riesgo, los datos presentados por el Ministerio permiten observar ligeros brotes verdes, dentro de unos porcentajes de cobertura aún peores que los registrados en el colectivo de mayores. Por ejemplo, el porcentaje de embarazadas vacunadas frente a la gripe ha subido del 29,4 registrado en la campaña 2017-2018 al actual 38,5 por ciento. Ahora bien, si la comparativa vuelve a realizarse con las recomendaciones de la OMS, las distancias son abismales. También debe considerarse preocupante que, aunque mejora respecto a 2017-2918, solo se hayan inmunizado el 33,9 por ciento de los profesionales sanitarios —en los que se recomienda esta vacuna por su contacto habitual con colectivos de riesgo—.

Cabe destacar que en la ‘radiografía’ de la vacunación frente a la gripe presentada por el Ministerio no se recogen las tasas cosechadas en el cómputo de la población adulta u otros colectivos de riesgo como pueden ser los enfermos crónicos —independientemente de su rango de edad— o los niños.