En España, cada año hay 68.000 infartos agudos de miocardio, de los cuales alrededor de un 30 por ciento fallecen antes de poder ser atendidos en el hospital. En este sentido, las paradas cardiacas (PC) extrahospitalarias son un problema de salud pública de primera magnitud, pues se estima que cada año en España hay más de 24.500 paradas cardiacas súbitas, lo que equivale a una media de 20 paradas por minuto. Y el 16% de todas las paradas súbitas que se producen en España (6.400) al año se producen en espacios públicos.

Es ahí donde la capilaridad y sostenibilidad de la red de farmacias comunitarias puede jugar un papel clave en el abordaje temprano de estos episodios. Así lo entendieron de forma pionera en diversos municipios de Cataluña —entre ellos Barcelona—, donde las farmacias ubicadas en enclaves estratégicos de la ciudad ya cuentan con desfribriladores para ofrecer una respuesta temprana. Una iniciativa que próximamente tendrá su réplica en la Comunidad de Madrid.

En concreto, a partir del próximo mes de octubre la Comunidad de Madrid va a impulsar el proyecto piloto ‘Farmacias Cardioprotectoras’, de forma conjunta a través de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid (UCM, el Colegio de Farmacéuticos de Madrid y la Asociación Farmacéuticos por la RCP y la Desfibrilación Precoz.

Según se destaca desde el COF de Madrid, el farmacéutico comunitario es el profesional sanitario de referencia para la población y debe adquirir un papel protagonista en la nueva competencia identificada para este profesional: la gestión competente de las Urgencias y Emergencias Extrahospitalarias que suceden en el entorno de las farmacias y, en particular, la actuación frente a las paradas cardiorrespiratorias súbitas.

Para definir esta nueva competencia, que se ha identificado para el farmacéutico comunitario, se va a celebrar el curso “El Papel de la Farmacia Comunitaria en las Emergencias Sanitarias Extrahopitalarias” los días 12 y 13 de julio en el marco de los Cursos de Verano Complutense de El Escorial 2021.

De vuelta a la próxima iniciativa, “en función de los resultados de este prometedor y necesario proyecto, pues actualmente hay muy pocas farmacias cardioprotectoras, se hará extensivo a todas las comunidades autónomas del país; el COFM se congratula de ser la avanzadilla en este ámbito, por el bien de nuestra población”, subraya Luis González Díez, presidente de la corporación madrileña.

¿Por qué farmacias cardioprotectoras?

Existe un problema en España con la ubicación planificada de los desfribriladores externos automáticos ’(DEA) o semiautomáticos (DESA) en los núcleos urbanos. Los organismos internacionales recomiendan poseer aplicaciones móviles para localizar dónde hay ubicado estos dispositivos, lo que constituiría una solución para colocarlos en forma de tótem o cabinas en los espacios urbanos. Sin embargo, en España este sistema no parece viable y se ha apostado por ubicarlos en espacios públicos como aeropuertos, estaciones o grandes centros comerciales.

Pero, a menudo, la población no es capaz de localizar el punto en que se encuentran, ni se ha establecido un protocolo de cesión de estos aparatos terapéuticos a población formada en urgencias y emergencias y debidamente acreditada, por lo que la cesión del uso de estos aparatos suele recaer en el vigilante de seguridad de dichos espacios.

Por ello, la red de farmacias comunitaria reúne las características idóneas paras acoger la instalación de los DESA’s y oxigenoterapia por presión positiva. Por varios motivos: por su capilaridad en el territorio, porque son fácilmente localizables en grandes espacios públicos y porque pueden contar con un profesional sanitario formado y acreditado para gestionar estos aparatos, y acortar así los tiempos de reacción.