Durante la madrugada de este lunes un terremoto de 7,8 grados de magnitud en la escala de Richter sacudió las provincias del suroeste de Turquía y norte de Siria. El seísmo —originado en la falla de Anatolia Oriental— y las consecuentes réplicas durante las posteriores horas han ocasionado, de momento, más de 20 mil víctimas mortales y más de 80 mil heridos entre ambos países. Unas cifras que convierten a estos temblores en los más mortíferos del último decenio. Frente a esta situación, gran parte del sector, a través de ONG como Farmamundi, y organizaciones especializadas como la Fundación Cofares, entre otros, han iniciado un primer despliegue de ayuda humanitaria y medicamentos para asistir a la población tras la tragedia.
Desde Farmamundi informan que, tras la solicitud internacional de ayuda por parte del gobierno turco, han activado el protocolo de actuación en emergencias a través del suministro de medicamentos, material sanitario y kits de traumatología, además de kits nutricionales, artículos de cobijo, como mantas y colchones, o leche infantil. También con un plan de acción humanitaria y de emergencia en el interior de Turquía —desde la ciudad de Hatay, Al Rihaneya y Kork khan— y Siria —en la zona norte de la frontera, en la ciudad de Jindris y los campos de refugiados de Atma y Edleb—. Colaboran, además, con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) como proveedores de medicamentos para el hospital de campaña del equipo Start.

Junto con el suministro de medicinas y material sanitario, los kits de traumatología contienen guantes de cirugía, grapadoras, suturas cizalla para yesos, tijeras, vendajes, cabestrillos, férulas de aluminio, vendas de yeso y vendas elásticas, entre otros productos”, explica Carme Ciscar, responsable de Logística Humanitaria en Farmamundi. La ONG tiene previsto, a la hora de prestar una mayor cobertura humanitaria, tres unidades médicas móviles, una unidad radiológica, laboratorio móvil y ambulancia para traslados a hospitales de referencia. “En este momento es difícil evaluar los daños. Nuestros socios están en terreno trabajando en la recuperación e identificación de personas supervivientes y otras que ya han fallecido. Esa es ahora la prioridad”, cuenta Tania Montesinos, responsable de Acción Humanitaria. Esperan captar más donaciones, a través de su página, que hagan posible continuar con la asistencia sanitaria.
Desde la Fundación Cofares han entregado 21 pallets con miles de unidades de gasas, pulsioxímetros, apósitos, clorhexidina y todo tipo de material de primeros auxilios para hospitales y heridos. “Nos solicitaron un listado con necesidades sanitarias y en 24 horas hemos seleccionado todo lo que nos han pedido. Somos una vía seria de colaboración”, expresa Sofía Azcona, presidenta de la fundación. Se trata de una primera intervención con destino a Turquía, organizada de manera ágil gracias al contacto estrecho que mantienen con el consulado. Además de este envío de material de cura han abierto una línea de colaboración con las Fuerzas Armadas de España para suministrar 70 mil unidades de ibuprofeno durante la semana. El objetivo que tienen marcado desde Cofares es continuar con el suministro —han iniciado una campaña de donación, al igual que la distribuidora Bidafarma— y en las próximas fechas también pretenden enviar ayuda a Siria.

Farmacéuticos Sin Fronteras (FSF) también ha activado el protocolo de emergencias para atender a los damnificados y que aplican desde 2010 en este tipo de situaciones. Lo primero es conocer de primera mano las necesidades que en materia de ayuda farmacéutica que se precisa. Para, en segundo lugar, activar a todos los donantes habituales del programa Banco de Medicamentos FSFE y gestionar el envío de ayuda de España. Por último, han iniciado una campaña de fondos económicos que permita dar respuesta, en una segunda fase, a las necesidades de la población una vez se ha realizado la primera intervención.