El reciente borrador del Real Decreto que regula el cannabis medicinal en España ha traído consigo una serie de reflexiones y debates sobre su implementación en el sistema de salud. Entre los actores más relevantes en este proceso se encuentran los farmacéuticos de hospitales, quienes desempeñan un rol crucial en la dispensación de estos medicamentos y el seguimiento de los pacientes que los utilizan. Eduardo López, jefe de sección del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario y Politécnico La Fe y coordinador del Grupo Génesis de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), comparte para EG su perspectiva sobre los retos y oportunidades que esta nueva regulación supone para su profesión.

De hecho, asegura que, la regulación del cannabis medicinal en España representa un reconocimiento a la labor que los farmacéuticos hospitalarios ya venían desempeñando en la gestión de estupefacientes. Por ello, recalca que, su papel será clave en garantizar que el cannabis medicinal se utilice de manera segura, efectiva y controlada, contribuyendo al bienestar de los pacientes y al desarrollo de nuevas terapias basadas en la evidencia.

Reconocimiento de la labor del farmacéutico hospitalario

Para los farmacéuticos hospitalarios, la nueva ley que regula el cannabis medicinal no supone una adición radical de nuevas responsabilidades, sino más bien el reconocimiento formal de un trabajo que vienen realizando desde hace mucho tiempo. Según Eduardo López, el manejo de principios activos considerados sensibles, como los estupefacientes, ha sido una labor cotidiana en los hospitales. “Llevamos elaborando fórmulas magistrales con principios activos de todo tipo, incluidos estupefacientes, y dispensando a pacientes externos desde hace años”, explica.

En este sentido, la inclusión del cannabis medicinal dentro del ámbito hospitalario se alinea con la experiencia y la trayectoria de los farmacéuticos en la gestión de fármacos con alto control, como la morfina o el fentanilo, ambos empleados en el manejo del dolor severo y regulados estrictamente para evitar desvíos o abusos. Para López, el cannabis medicinal es simplemente un estupefaciente más que se incorpora a la lista de medicamentos controlados, con la misma rigurosidad y supervisión que cualquier otro fármaco de estas características.

Desafíos y retos en la dispensación

Uno de los aspectos más importantes que se plantea con la entrada en vigor de esta nueva regulación es la posible aparición de desafíos en la dispensación del cannabis medicinal. López reconoce que, aunque la farmacia hospitalaria está acostumbrada a manejar estupefacientes, el cannabis podría generar ciertos retos específicos, especialmente en cuanto a su manejo dentro de los circuitos hospitalarios y la necesidad de integrarlo en un equipo multidisciplinar.

Un aspecto crucial a tener en cuenta es que el cannabis medicinal no podrá ser prescrito de manera inmediata, sino que requerirá de un proceso de elaboración en forma de fórmulas magistrales. Esto implica que tanto el manejo como la prescripción del fármaco deberán seguir estrictos protocolos para asegurar un uso seguro y efectivo. Además, el farmacéutico deberá encargarse de controlar la contabilidad y el uso de estos medicamentos, una tarea que, aunque no es nueva, puede ser compleja debido a la sensibilidad social que rodea al cannabis.

López destaca que uno de los mayores retos será garantizar que el uso del cannabis medicinal se mantenga dentro de los límites terapéuticos y no se desvíe hacia un uso recreativo o indebido. “En España, por la normativa que tenemos, es prácticamente imposible que se produzca un uso recreativo a partir del cannabis medicinal que se dispensará en los hospitales”, afirma, subrayando la importancia de la regulación estricta que rige estos medicamentos.

Seguimiento y control de los pacientes

Uno de los pilares del trabajo del farmacéutico hospitalario es el seguimiento del paciente que recibe tratamiento con fármacos controlados, y el cannabis medicinal no será una excepción. Según Eduardo López, el seguimiento del paciente con cannabis medicinal implicará tres aspectos fundamentales: asegurar el cumplimiento terapéutico, vigilar los efectos adversos y controlar la efectividad del tratamiento.

El cumplimiento terapéutico es crucial para garantizar que el paciente recibe los beneficios del tratamiento. En este sentido, la farmacia hospitalaria puede medir la adherencia del paciente al tratamiento mediante las dispensaciones y registros, asegurándose de que el tratamiento está teniendo el efecto deseado. Además, los farmacéuticos se encargarán de monitorear los posibles efectos adversos que puedan surgir y ofrecer al paciente la información necesaria antes de la primera dispensación, explicándole qué puede esperar del tratamiento y cómo manejar posibles complicaciones.

El trabajo del farmacéutico no se limita únicamente a la dispensación del fármaco. También será parte integral del equipo multidisciplinar del hospital, colaborando con los médicos y otros profesionales para evaluar la efectividad del tratamiento y, en caso de no ser efectivo, considerar otras alternativas terapéuticas. “Nuestra labor es garantizar que el tratamiento funcione o, si no es así, retirarlo y buscar otras opciones”, explica López.

Regulación controlada

La regulación del cannabis medicinal ha sido recibida con optimismo por parte de los profesionales de la salud, especialmente por su potencial para mejorar la calidad de vida de los pacientes que sufren dolor crónico y otras condiciones graves. Eduardo López considera que la inclusión del cannabis medicinal en el sistema sanitario español es un paso positivo, siempre y cuando se haga de manera regulada y controlada.

En este sentido, el farmacéutico hospitalario será responsable de garantizar que las materias primas utilizadas en la formulación de los medicamentos sean de calidad, que las fórmulas sean correctas y que el proceso de dispensación sea seguro. Para López, este control riguroso es esencial para asegurar que el cannabis medicinal se utilice de forma efectiva y segura, sin caer en los errores o abusos que se han visto en otros países como Estados Unidos.

Perspectivas de futuro

El papel del farmacéutico hospitalario en la dispensación del cannabis medicinal abre nuevas oportunidades para el desarrollo de la profesión. Si bien, en principio, el uso de cannabis medicinal no será masivo, sí existe la posibilidad de que, con el tiempo, se amplíen las indicaciones terapéuticas para otras enfermedades más allá del dolor crónico. “El futuro del cannabis medicinal dependerá de las evidencias que se obtengan tanto de ensayos clínicos como de la práctica real en pacientes”, asegura López.

No obstante, para afrontar estos nuevos desafíos, será fundamental que las administraciones doten a los farmacéuticos hospitalarios de los recursos necesarios para realizar su labor de manera adecuada. La elaboración de fórmulas magistrales con cannabis no es un proceso sencillo, y la gestión de estos medicamentos requerirá un esfuerzo adicional por parte de los farmacéuticos de hospital.


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