Durante este miércoles las cerca de 18.000 farmacias de Alemania cierran sus puertas —sólo se mantendrá el suministro a través de unas 1.200 farmacias de emergencia— en desaprobación a últimas decisiones del Gobierno en materia de política sanitaria. La Unión Federal de Asociaciones de Farmacéuticos Alemanes (ABDA, por sus siglas en alemán) ha organizado esta protesta para denunciar la “falta de reconocimiento de los políticos, los cuellos de botella permanentes, la burocracia excesiva, los salarios y costes energéticos”. Además consideran que las medidas efectuadas por el Ejecutivo no son adecuadas para mejorar la salud del paciente ni para la sostenibilidad de la farmacia comunitaria.

La jornada de protestas a nivel nacional pone en cuestión la política de salud del Gobierno federal “tras diez años de estancamiento en la retribución de las farmacias” y la rebaja de las tarifas que ha derivado de la Ley de Estabilización Financiera, aprobada a finales de 2022. Los farmacéuticos alemanes han criticado durante los últimos meses las diversas situaciones que aquejan al colectivo, un descontento que se suma al rechazo de la reciente norma conocida como ‘ley de cuello de botella’, de la que consideran que no mejorará la situación económica de las farmacias ni ayudará a estabilizar el suministro de medicamentos. Todos estos motivos han llevado a la ABDA a declarar el 14 de junio como día de protesta nacional.

“Las farmacias no han recibido ningún ajuste de tarifas en los últimos diez años”

Hans-Peter Hubmann, presidente de la Asociación Alemana de Farmacéuticos (DAV)

Hans-Peter Hubmann, presidente de la Asociación Alemana de Farmacéuticos (DAV), denuncia que, a pesar del aumento de los costos, “las farmacias no han recibido ningún ajuste de tarifas en los últimos diez años“. Una situación poco alentadora para los nuevos graduados que “cada vez son menos capaces de imaginar trabajar por cuenta propia por la falta de perspectivas económicas”. Para Thomas Benkert, presidente de la Cámara Federal de Farmacéuticos (BAK), los farmacéuticos “tienen que mostrar a la sociedad cuán importantes son las farmacias para el suministro y lo dramático que sería si desaparecieran”. De hecho, solo en 2022, denuncia el órgano colegial, el número de farmacias se redujo en 393 hasta 18.068, el nivel más bajo desde principios de la década de 1980.

Demandas de la farmacia alemana

ABDA ha recopilado en un documento las demandas más importantes para los profesionales, donde recuerda que el último aumento de las tarifas farmacéuticas fue en 2013, desde ese momento han pasado diez años en los que “la inflación, los costes de personal, la energía y de los bienes han aumentado significativamente”. Por ello, reclaman el aumento de la tarifa fija en la Ordenanza de Precios de Medicamentos hasta los 12 euros, —en la actualidad está fijado en 8,35 euros—. También un reglamento para indexar el salario a la evolución de los costes anualmente.

“¿Cómo debe ser el futuro de las farmacias? Con más tarifas, menos burocracia y más autoridad para tomar decisiones”

Gabriele Regina Overwiening, presidenta de ABDA

Otra de las grandes reclamaciones de la profesión es la que afecta a los cuellos de botella. Por ello exigen, por un lado, una mayor libertad en sus labores de dispensación diaria, como la posibilidad de intercambiar medicamentos frente a faltas de suministro; y una remuneración por el trabajo extra que requiere la búsqueda de alternativas en este tipo de situaciones. Cuestionan un sistema de abastecimiento “lleno de burocracia y amenaza de sanciones a las compañías de seguros de salud”. Y también proponen la creación de una base jurídica para que los médicos y las farmacias cooperen y puedan ofrecer una gestión conjunta de la medicación en todo el país.

En definitiva, se trata de unas reivindicaciones que señalan “cómo debe ser el futuro de las farmacias: con más tarifas, menos burocracia y más autoridad para tomar decisiones”, ha resumido la presidenta de ABDA, Gabriele Regina Overwiening.


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