La escasez de medicamentos en Europa actualmente constituye una de las mayores barreras para el acceso de los pacientes a los fármacos. Se trata de un problema en auge que, además, se ha visto acentuado en las últimas semanas por el repunte de las infecciones respiratorias, lo que ha provocado una creciente demanda de antibióticos, como la amoxicilina, especialmente para uso pediátrico. Esta escasez de dispositivos médicos se ha hecho notar en las farmacias comunitarias de toda la UE.

El Grupo Farmacéutico de la Unión Europea (PGEU, por sus siglas en inglés) ha realizado una encuesta anual durante varios años consecutivos para evaluar la progresión de la escasez de medicamentos en Europa y comprender su impacto en la práctica de la farmacia comunitaria. La encuesta muestra un deterioro de la situación: todos los países han experimentado escasez, con diferencias significativas entre unos y otros, y en el 76 por ciento de los casos la situación empeoró en 2022 respecto a los doce meses previos.

En el caso concreto de España, el CISMED, sistema de información que permite a las farmacias comunitarias reportar incidencias en el suministro de medicamentos, identificó en 2022 un 140 por ciento más de desabastecimiento que en 2021.

Además, en nuestro país se han observado problemas con algunos medicamentos que no pueden ser sustituidos, como los inhaladores para la EPOC o los medicamentos para trastornos digestivos y metabólicos. Además, en las últimas semanas ha habido interrupciones inesperadas en el suministro de suspensiones orales de amoxicilina para uso pediátrico que se han ido convirtiendo en problemas de suministro oficial.

Esfuerzo de los farmacéuticos

“Los farmacéuticos comunitarios están haciendo un esfuerzo adicional para asegurar la continuidad de la atención y minimizar el impacto negativo de la escasez en la salud de los pacientes, pero el la situación es cada vez más complicada”, ha apuntado Koen Straetmans, presidente del PGEU.

Según Straetmans, las causas del problema son “diversas y complejas”, que incluye “el cada vez más globalizado naturaleza de la fabricación farmacéutica, estrategias de fijación de precios y otras dinámicas del mercado, así como la actual crisis de las materias primas, que también afecta a los materiales de embalaje como el aluminio para blísteres o cartones imprescindibles para su distribución”. Por ello, hace un llamamiento a los responsables políticos nacionales y de la UE para que adopten medidas urgentes y más ambiciosas para abordar el problema.

Recomendaciones frente a la escasez

La escasez de medicamentos no solo tiene un impacto negativo en la salud de los pacientes, sino que también constituye una carga para el trabajo diario de los farmacéuticos. Según la encuesta del PGEU, los farmacéuticos europeos dedican una media de casi 7 horas a la semana gestionando la escasez y buscando soluciones alternativas para los pacientes, un tiempo que “podría dedicarse a otras tareas para mejorar la calidad de la atención”, apunta la asociación farmacéutica europea.

Para abordar de manera efectiva el creciente problema de la escasez de medicamentos en Europa, el PGEU ha lanzado una serie de recomendaciones para paliar los problemas de suministro:

  • Garantizar la disponibilidad: anteponer las necesidades de los pacientes al desarrollo de políticas comerciales, leyes o estrategias nacionales que puedan afectar el suministro adecuado de medicamentos y garantizar el cumplimiento efectivo de las leyes nacionales y de la UE relacionadas con las obligaciones de servicio público de los actores de la cadena de suministro.
  • Ampliar la competencia profesional: extender el alcance de la práctica farmacéutica cuando escasean los medicamentos, de modo que los farmacéuticos puedan utilizar sus habilidades, conocimientos y experiencia para gestionar mejor la atención al paciente y garantizar la continuidad del tratamiento. Las herramientas de comunicación electrónica compartidas ofrecen oportunidades para una colaboración estrecha y eficaz con los prescriptores para garantizar la continuidad de la atención y la seguridad del paciente.
  • Mejorar la transparencia y comunicación: marcos de comunicación efectivos entre toda la cadena de suministro de medicamentos y garantizar que la comunidad los farmacéuticos tienen información oportuna sobre una escasez prevista.
  • Compensar el impacto financiero: el impacto financiero negativo de la escasez de medicamentos en los pacientes debe compensarse mediante medidas adecuadas de reembolso y remuneración. La inversión en recursos por parte de farmacéuticos y farmacias debe ser igualmente reconocida y valorada.
  • Desarrollar sistemas de gobernanza eficaces: es necesaria una estrecha colaboración entre los Estados miembro y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) para mejorar la notificación, el seguimiento y la comunicación sobre la escasez de medicamentos. Es importante desarrollar modelos de colaboración entre las partes interesadas de la cadena de suministro y las autoridades nacionales competentes para aumentar la eficiencia y la eficacia de la notificación conjunta y prácticas de evaluación, así como empoderar a los farmacéuticos para reducir el impacto en sus pacientes.

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