Evitar que los pacientes con patologías complejas se desplacen innecesariamente al centro hospitalario, facilitar la integración de medicación al paciente crónico, mejorar su adherencia y ahorrar tanto tiempo como costes al Sistema Nacional de Salud (SNS); estas son algunas de las ventajas de la dispensación colaborativa de fármacos. Sin embargo, esta estrategia, que se vuelca por facilitar la accesibilidad farmacológica a los pacientes, tiene sus detractores y sus defensores.
De hecho, para muchos de los agentes del sector farmacéutico, su implementación real, a día de hoy, supone todo un reto. Si ponemos el foco en el entorno rural, la situación se vuelve más compleja aún si cabe, dado que las oficinas de farmacia de las zonas despobladas se enfrentan a una serie de dificultades añadidas.
La tesorera del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valladolid, Inmaculada Pastor, que ha sido farmacéutica rural durante 22 años, confirma a EG que la dispensación colaborativa tiene una aplicabilidad real en las zonas de las afueras de la ciudad. “Facilitaría a los pacientes del medio rural tener su medicación en su farmacia habitual, cerca de su casa, sin tener que desplazarse a Valladolid. Supondría un paso más para garantizar la accesibilidad”, asegura.
Para Pastor, actualmente, se dispone de una formación suficiente para que los farmacéuticos comunitarios puedan dispensar medicamentos hospitalarios. “Tenemos una formación multidisciplinar. Además, siempre contaríamos con el apoyo y asesoramiento del farmacéutico hospitalario y disponemos de herramientas para estar bien informados”, alega. Al respecto, Ares Vergoñós, vocal de la vocalía de farmacia rural del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Lleida, explica que, en los colegios de farmacéuticos de Cataluña, disponen de un curso formativo sobre medicamentos hospitalarios de dispensación ambulatoria (MHDA). “El Departament de Salut y el CatSalut establecen el marco legal, las buenas prácticas y el seguimiento de su implementación”, relata.
Obstáculos de su implantación en el entorno rural
Isabel Romero, directora de proyectos del Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOF), señala que uno de los mayores obstáculos a los que se enfrenta su implantación es la brecha tecnológica del ámbito rural. “La falta de internet para las consultas de seguimiento por telefarmacia es uno de los problemas principales”, asegura. Además, indica que otro de los obstáculos podría ser que la medicación no fuera adecuada para la entrega a distancia, en caso de que el paciente residiera en un municipio muy lejos del hospital. Sin embargo, “si la medicación es estable y se garantizan unas condiciones adecuadas para la entrega a distancia, la distancia y/o situación geográfica del domicilio se valora positivamente en los criterios de priorización”, alega.
En este aspecto, Vergoñós relata que la población de las zonas rurales necesita disponer de más servicios sanitarios para poder seguir viviendo en sus municipios y no tener que desplazarse constantemente a la zona urbana más próxima. Además, reivindica que “la relación entre hospitales y farmacias debería poder llevarse a cabo igual que ocurre con los centros de atención primaria”.
“La falta de internet para las consultas de seguimiento por telefarmacia es uno de los problemas principales”
Isabel Romero, directora de proyectos del MICOF.
Romero afirma que también hay complicaciones ligadas al distribuidor, dado que se les asignan hospitales, independientemente de las oficinas de farmacias a las que tengan que realizar la entrega. “Esto supone que deben de entregar la medicación en farmacias en las que no entregan habitualmente, teniendo que desplazarse de la ruta habitual, en ocasiones muchos kilómetros, para poder realizar la entrega”, afirma Romero. En estos casos, añade que han de recurrir a ‘vehículos dedicados’ (exclusivos para esas rutas), con el consiguiente coste económico y medioambiental.
“En Valladolid todas las oficinas de farmacia rural reciben al menos un pedido al día, con lo que los pacientes tendrían su medicación en menos de 24 horas”
Inmaculada Pastor, tesorera del COF de Valladolid.
Por su parte, Pastor sostiene que no observa ningún obstáculo a la hora de que se lleve a cabo esta estrategia colaborativa en el ámbito de la farmacia rural. “Creo que con la colaboración, participación y buena voluntad de todos los implicados se podría llevar a cabo sin ningún problema, facilitando las cosas a los pacientes, que serían los beneficiados”, sostiene. Además, hace hincapié en que se garantizaría en todo momento la custodia del medicamento por parte de un farmacéutico, siguiendo su trazabilidad y asegurando su correcto almacenamiento y conservación. “Todas las oficinas de farmacia rural reciben al menos un pedido al día, con lo que los pacientes tendrían su medicación en menos de 24 horas”, insiste.
“El circuito de la dispensación de los medicamentos se debe adaptar a las necesidades de la población”
Ares Vergoñós, vocal de la vocalía de farmacia rural del COF de Lleida.
La vocal de la vocalía de farmacia rural del COF de Lleida está de acuerdo con esta valoración y señala que no hay ninguna traba de cara su implementación en el entorno rural. De hecho, insiste en que el circuito de la dispensación de los medicamentos se debe adaptar a las necesidades de la población. “Este servicio se instauró a raíz de la pandemia, porque surgió la necesidad, y desde entonces se sigue realizando debido a sus buenos resultados”, asegura. En el caso de Lleida, la entrega de medicamentos hospitalarios de dispensación ambulatoria (MHDA) ya se está llevando a cabo en todas las farmacias de la provincia incluyendo las rurales, desde la pandemia hasta la actualidad.
Beneficios para el paciente
El objetivo de que la dispensación colaborativa llegue también al entorno rural es que se aumente exponencialmente la accesibilidad a los fármacos en estas zonas. En este aspecto, la tesorera del COF de Valladolid recalca que la gran mayoría de los pacientes del medio rural que necesitan medicamentos hospitalarios, son personas mayores, con movilidad reducida, no cuentan con medios para desplazarse a la ciudad. “Tienen que pedir a un familiar o amigo que vayan al hospital, con un gran coste personal y material”, señala.
Motivo de ello, Pastor alude que, la calidad de vida aumenta notablemente si el paciente recoge el medicamento en su farmacia habitual, ya que está cerca de su casa y el farmacéutico conoce a su paciente y toda su medicación. Además, le puede consultar rápidamente ante la aparición de efectos secundarios. “No veo inconvenientes, solo beneficios, si lo que queremos es que nuestros pueblos sigan vivos y ayudar a nuestros pacientes”, asegura.
Con el objetivo de garantizar que las zonas rurales y despobladas cuenten con una buena cobertura y accesibilidad a los medicamentos de dispensación hospitalaria, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Castilla-La Mancha (COFCAM), firmó a finales de 2023 un convenio con el Gobierno regional para la entrega en proximidad de los mismos.
La pandemia, clave para la dispensación colaborativa
La situación de pandemia producida por la COVID-19 que impulsó la publicación de la Orden Ministerial SND/293/2020, del 25 de marzo, permitió a cada comunidad autónoma establecer las medidas oportunas para garantizar la dispensación de medicamentos de diagnóstico hospitalario para la dispensación a pacientes externos (DHDH).
Las diferentes autoridades sanitarias y los Colegios Oficiales de Farmacéuticos (COF) autonómicos trabajaron de manera coordinada con el fin de establecer procedimientos excepcionales en la dispensación de dichos medicamentos a aquellos pacientes con un elevado riesgo clínico por presentar posibles compromisos inmunitarios, fragilidad o comorbilidades que les hicieran especialmente susceptibles a la infección. Esta práctica colaborativa fue alabada por el Consejo Mundial de Farmacia (WPC, por sus siglas en inglés) en su análisis sectorial de 2022, donde recoge las tendencias, regulación, oportunidades y estadísticas de la práctica farmacéutica comunitaria de los países miembros.
A partir de la citada Orden Ministerial, el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos (CGCOF) diseñó un protocolo general para la homogeneización de la colaboración de las boticas con los servicios de farmacia hospitalaria para la dispensación de los medicamentos DHDH, con el fin de mejorar las condiciones en que se producía este servicio a nivel nacional. Seis CC. AA. (Andalucía, Aragón, Cantabria, Cataluña, La Rioja y Navarra) se sumaron a dicha iniciativa y, para ello, configuraron sus propios protocolos.
“Sería de mucha ayuda para los farmacéuticos poder acceder a la historia clínica de los pacientes para mejorar en muchos aspectos como las duplicidades de medicamentos”
Ares Vergoñós, vocal de la vocalía de farmacia rural del COF de Lleida.
Vergoñós sostiene que respecto que, las farmacias se formaron rápidamente para satisfacer esta nueva necesidad, a pesar de ser un momento crítico, “respondimos satisfactoriamente a estas nuevas dispensaciones. Además, añade que “este es un ejemplo más de la importancia que tiene la colaboración entre todos los profesionales sanitarios”. En este aspecto reivindica que los farmacéuticos puedan acceder a la historia clínica de los pacientes, “sería de mucha ayuda y evitaríamos, por ejemplo, duplicidades de medicamentos”.
Tabla comparativa: Protocolos de las diferentes CC. AA
Ya a finales de verano de 2023 desde diferentes entidades del sector se posicionaron en contra de la modificación de la Ley de Garantías. Desde la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) señalaron que el Real Decreto-ley 5/2023 infravalora la actuación de la oficina de farmacia ya que la responsabilidad de la dispensación recae en los servicios de farmacia hospitalaria (SFH). Además, sostuvieron que la “modificación discrimina gravemente a las oficinas de farmacia” porque no permite estos establecimientos la venta telemática de medicamentos, mientras que las legaliza para las farmacias de hospital. Una situación que permite “la telefarmacia al sector público y la prohíbe para el privado“.
Por su parte, la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC) hizo referencia a que esta medida “relega a la farmacia comunitaria a ser un punto de recogida” y reclama una mayor labor asistencial de los farmacéuticos comunitarios en la dispensación, “sea esta presencial o no”. También desde la Asociación de empresarios de Farmacia de Madrid (ADEFARMA) indicaron que se debería haber reforzado el modelo ampliando competencias a farmacéuticos de oficina de farmacia.
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