La irrupción del COVID-19 trastocó totalmente el devenir y el trabajo de la sociedad entera y, en especial, del mundo sanitario. De hecho, la aparición de la pandemia fue uno de los principales factores que promovieron la digitalización. Supuso una gran oportunidad para utilizar la tecnología como herramienta de conexión con los clientes. Tras la pandemia las ventas online se han disparado y muchas farmacias no quieren quedarse atrás. Una evolución que puede traer muchos beneficios. Según un estudio realizado por Fortune Business Insights, se prevé que el tamaño global de la farmacia digital se triplique para el año 2026.

Sin embargo, digitalizarse no se limita a tener, por ejemplo, presencia en redes sociales u ofrecer un servicio online. La digitalización del sector va mucho más allá. Se trata de un proceso basado en la integración de la tecnología para conectar las farmacias con el mundo digital promoviendo la omnicanalidad como estrategia de comunicación. Es muy útil, por ejemplo, para digitalizar las salidas y entradas del personal y su horario; llevar una contabilización de los productos necesarios para el funcionamiento de la farmacia; organizar la comunicación interna y el reparto de tareas… Es decir, mejorar todos aquellos procesos diarios que pueden agilizarse gracias al uso de la tecnología. De esta forma, se mejorará considerablemente la rentabilidad de las farmacias.

La digitalización en el sector farmacéutico

Por otro lado, no se debe dejar de lado el objetivo principal de todo negocio: la captación y fidelización de clientes. El uso de redes sociales así como de aplicaciones móviles cambian positivamente la relación con el paciente y con los proveedores, ya que se cuenta con una mayor visibilidad de los productos y nuevos canales de comunicación. Además, fomenta la creación de un espacio virtual en el que la farmacia interactúa directamente con los usuarios poniendo a su disposición el catálogo y facilita una comunicación directa.

Como consecuencia de esta fuerte tendencia hacia la digitalización del sector farmacéutico, han surgido en el mercado herramientas que ayudan a potenciar este proceso. Un ejemplo es la plataforma multidispositivo PharmaDate, desarrollada con el objetivo de conectar farmacias con laboratorios para mejorar las interacciones comerciales, punto que también resulta clave a la hora de perfeccionar el servicio farmacéutico.

En conclusión, el uso de la tecnología en el trabajo del día a día ayuda a reconocer e identificar las dinámicas de consumo de los clientes, optimiza la rentabilidad y los beneficios de las farmacias, a la vez que mejora los procesos de comunicación.


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