La brecha digital es uno de los grandes desafíos del mundo actual. Y dentro del sector de la Farmacia es crucial abordarlo para ganar en rapidez y eficiencia, tomando las ventajas que aporta la tecnología para mejorar la atención al paciente y poder llegar a los colectivos más vulnerables, como las personas mayores, que viven solas o en entornos rurales.

Desde Farma Leaders Talento, una comunidad de profesionales de la industria farmacéutica, biotecnológica y de tecnología sanitaria de España, apuntan en declaraciones a EG que se puede hacer frente a este desafío desde la farmacia con, por ejemplo, programas de alfabetización digital, diseño de tecnología amigable y formación para el personal farmacéutico.

“Otra idea es hacer más campañas de concienciación, llevar a cabo campañas para destacar los beneficios de la tecnología en la salud y la farmacia”, señala Cristina Sardón, del equipo de Farma Leaders Talento.

“Al implementar estas medidas, se puede mejorar la inclusión digital y garantizar que también puedan beneficiarse de las ventajas que ofrece la tecnología en el ámbito de la salud. Es esencial adaptar las soluciones a las necesidades específicas de este grupo de población para lograr un mayor impacto y superar la brecha digital”, concluye Sardón.

Hacia la transición digital

No solo los pacientes de edad avanzada son los más reacios a utilizar la tecnología. A veces, son los propios farmacéuticos quienes prefieren continuar realizando sus labores diarias de forma tradicional.

Cambiar las ideas o formas de trabajar más tradicionales puede ser un proceso gradual, pero necesario, para adaptarse a los avances y demandas de la sociedad actual”, indica Sardón.

Desde Farma Leaders aportan algunas claves que pueden ayudar en este proceso:

  • Educación y formación continua.
  • Sensibilización sobre la importancia de la digitalización.
  • Implementar sistemas y herramientas digitales.
  • Fomentar la atención centrada en el paciente.
  • Más alianzas y colaboraciones.
  • Concienciación sobre las tendencias del mercado.
  • Mayor liderazgo.

“El cambio requiere tiempo y esfuerzo, pero la combinación de educación, herramientas tecnológicas, un enfoque centrado en el paciente y adaptabilidad a las tendencias emergentes puede permitir a los farmacéuticos comunitarios mejorar sus servicios y mantenerse relevantes en un entorno de atención médica en constante evolución”, expone Sardón.

Cómo organizarse en la farmacia

Lo más habitual es no tener implantado un sistema de organización y comunicación internos optimizados en la botica. Y es que “todo, o casi todo, se hace de manera analógica o, si se usan herramientas digitales como WhatsApp, no son canales eficientes”, señala Mª Carmen Sáez, cofundadora de MediaValue, a EG.

Así, en mayo de este 2023 se presentó la plataforma MediaValue (MV), la ‘intranet de las farmacias’. Es una herramienta que permite tener en un único lugar toda la organización de la farmacia y al farmacéutico comunicarse con su equipo y con sus proveedores fácilmente. “Proporciona un entorno colaborativo que ayuda a optimizar la comunicación, a organizar el trabajo y a supervisar la operativa diaria promocionando la corresponsabilidad entre todos los miembros del equipo”, indica Sáez.

“El resultado es más tranquilidad y tiempo de calidad para el farmacéutico titular y su equipo. Así se podrán enfocar en lo realmente importante: la atención al paciente”, apunta.

Pero, además de tiempo, “los pacientes necesitan información sobre medicamentos y productos sanitarios y de autocuidado”, agrega. Así, con MV, las instituciones, proveedores y laboratorios podrán “poner fácilmente a disposición de profesionales de la farmacia toda esa información e, incluso, facilitar la solicitud de campañas y promociones”.

Sáez lamenta que “no hay cultura de empresa digital” en el sector farmacéutico. “Aunque la receta electrónica obligó a las farmacias hace muchos años a ser pioneras en el uso de ordenadores, no se han experimentado avances significativos desde entonces en la mayor parte de las boticas”, apunta. Por ello, insta a una “voluntad de modernización”.

Los beneficios de la tecnología

Si se sabe usar bien, la tecnología puede ser una gran aliada, con numerosos beneficios. Entre ellos, Cristina Sardón menciona la mayor accesibilidad y comodidad, pues “la digitalización permite el acceso a información desde cualquier lugar y en cualquier momento, lo que facilita el seguimiento y la gestión de la salud para los pacientes”.

En este sentido, también supone una mejora en la gestión de datos y registros: “Los sistemas digitales permiten una mejor organización y almacenamiento de datos médicos y registros de pacientes, lo que agiliza el flujo de información y disminuye los errores en la atención médica”, afirma Sardón.

Además, cabe destacar la eficiencia en la cadena de suministro, pues la digitalización optimiza la gestión de inventarios y distribución de medicamentos, reduciendo los tiempos de espera y minimizando los riesgos de falta de existencias.

Del mismo modo, aporta una mayor seguridad y trazabilidad al permitir un mayor control y seguimiento de los medicamentos desde su producción hasta su dispensación, reduciendo los riesgos de falsificación y garantizando la autenticidad y calidad del producto.

Por otro lado, la telemedicina y atención remota es una gran ventaja, ya que permite a los pacientes recibir atención médica y recetas de forma remota, algo especialmente útil en áreas rurales o con dificultades de acceso a servicios médicos.

En este contexto, ayuda a la adherencia al tratamiento. “Los sistemas digitales pueden ayudar a mejorar la adherencia del paciente al tratamiento, proporcionando recordatorios y seguimiento personalizado”, señala Sardón.

En definitiva, la digitalización en el sector farmacéutico “contribuye a una atención médica más eficiente, segura y personalizada, mejorando tanto la experiencia del paciente como los procesos internos de las farmacias”, afirma Sardón.

En este sentido, la llegada de nuevos profesionales formados en el ámbito de la tecnología podría facilitar el abordaje de los retos que se presentan en el sector en materia digital. “Estos profesionales pueden aportar conocimientos y habilidades específicas que permitan desarrollar soluciones innovadoras y adaptadas a las necesidades del sector”, asevera.

“Es decir, la combinación de conocimientos farmacéuticos y habilidades tecnológicas puede impulsar la innovación y el desarrollo de soluciones adaptadas a las necesidades cambiantes de la sociedad”, concluye Sardón.


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