Alberto Cornejo Madrid | jueves, 11 de julio de 2019 h |

“No estoy aquí para convencerles sino para explicarles nuestras propuestas (…) aunque nunca es agradable exponerse a las criticas”. Ante un auditorio plenamente farmacéutico, así iniciaba su intervención Pedro Comín, coordinador del reciente spending review sobre gasto público por receta realizado por ese nuevo coco para la farmacia que es la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). Una actitud loable—la de dar la cara ante un público cuando menos poco favorable— que hubiesen sido completas si el representante de la Airef hubiese aceptado contestar las preguntas —o inquietudes— de los ponentes y público que asistía a la mesa debate “Las subastas de medicamentos y el futuro de la oficina de farmacia” organizada este 10 de julio por la patronal farmacéutica madrileña Adefarma. Pero no fue el caso.

De vuelta a su intervención, y en un intento de acercar posturas, el representante de Airef recordó que el polémico spending review realizado a propuesta del Gobierno también recoge otras medidas a priori positivas para las farmacias —precio mínimo de los medicamentos, evolución a un nuevo modelo retributivo de las farmacias, etc.—, si bien es consciente que la sugerencia de implantar una subastas nacionales de medicamentos acapara todos los focos profesionales y mediáticos. Por ello centró su intervención exclusivamente en explicar esta propuesta (aparcando el resto) y la cual que parte de la creencia de que “una vez los medicamentos ven perdida su patente, creemos que es lógico introducir elementos de mercado”.

Su representante recordó que al plantear unas posibles futuras subastas dinámicas por lotes, se evita un modelo “radical y monopolístico”. Igualmente, el representante de Airef defendió que el sistema de subastas “no parece tener efectos sobre la capilaridad del modelo, y las farmacias con menos rentabilidad son precisamente las menos afectadas”, expuso en virtud del análisis realizado por la Airef del modelo andaluz y el cual se ve “evolucionado y mejorado” en el que plantea esta Autoridad para toda España. Ahora bien, se reconocen ciertas posibles contraindicaciones en cuestiones como la adherencia “pero se requiere más tiempo para analizar los efectos sobre esta cuestión”, apuntó Comín. Quizá se plasme en los futuros spending review que este experto adelantó que seguirá haciendo esta Autoridad fiscal en 2020 en torno al gasto en medicamentos, también el hospitalario. La farmacia tiene, por tanto, Airef para rato.

Digamos que si el representante de Airef intentó convencer a los farmacéuticos presentes —aunque negase esta intencionalidad—, no lo consiguió en todo caso. Representantes de todos los actores de la cadena del medicamento —farmacia, distribución e industria— que también participaron en la mesa reiteraron el “frente común” contra este modelo. “Pocas medidas como las subastas provocan tanto consenso y reacciones contrarias en el sector”, corroboró Luis González, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid. “Extender las subastas a toda España es una auténtica temeridad. Si el Gobierno lo lleva a cabo, debe saber que lo hará sin el apoyo de la farmacia, distribución ni industria”, completó.

Aunque de momento solo se puede hablar de una hipotética medida, dado que ni tan siquiera se ha conformado Gobierno en España, Luis de Palacio, presidente de la patronal farmacéutica nacional FEFE, es pesimista: “de todas las medidas que propone la Airef, si el Gobierno debe escoger una, ya se sabe cuál va a ser; las otras (copagos evitables, etc,.) requieren mayor consenso político”, expuso. Compartiendo este parecer, su homólogo de la patronal madrileña Adefarma, Cristóbal López de la Manzanara, criticó la “visión economicista obsesiva” de la actual ministra de Hacienda, María Jesús Montero, e impulsora en 2012 de las subastas en Andalucía.

Los desabastecimientos a la palestra

Si hay un argumento común que utiliza el sector en su oposición a las subastas nacionales y que volvió a salir a la palestra en este acto es el mayor aumento de los desabastecimientos que acarreará y, por ende, sus implicaciones en la adherencia de los pacientes a los tratamientos. “En una situación de desabastecimientos como la que sufre actualmente España, lo que menos se puede hacer es forzar la máquina con unas subastas nacionales. A Andalucía le ha venido ‘rescatando’ España de las continuas faltas, pero a España no le rescataría Europa de los desabastecimientos”, consideró Luz Lewin, directora técnica de Cofares.

Como réplica, desde la Airef se defiende indicando que según la referencia que se tome —Aemps o Cismed— Andalucía “no es” la región que más desabastecimientos sufre. Sin embargo, en opinión de Alexia Lario, representante de la asociación andaluz Afaran, Airef no ha usado los datos correctos en su análisis. “La realidad es que es un caos absoluto para las farmacias”, confirmó.

Para la industria también es especialmente preocupante los desabastecimientos y que con este modelo “no se permita la libre concurrencia de las compañías al mercado”, indicó el secretario general de la patronal de genéricos Aeseg, Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda.