Cualquier borrador pasado fue ¿mejor? Así parece. Cuando menos si hablamos de farmacia asistencial y, en concreto, del documento de conclusiones —pero aún con cierta provisionalidad— que ha remitido el Grupo de Trabajo en Sanidad de la Comisión de Reconstrucción Social y Económica del Congreso con las propuestas a aplicar de cara al ‘nuevo’ SNS. Y es que este documento no recoge algunas de las resoluciones (propuestas) que habían planteado particularmente los grupos políticos y que tan buenas sensaciones habían dejado para la profesión farmacéutica.
En este sentido, las conclusiones que ha debatido y aprobado la Comisión parten del documento original pactado por los socios de Gobierno —Grupo Socialista y Unidas Podemos—, con la incorporación de diversas enmiendas al texto. Ninguna de ellas referente de forma expresa a la farmacia asistencial.
Así las cosas, el protagonismo de la botica en el documento queda ‘limitado’ a la propuesta de “impulsar buenas prácticas en farmacia comunitaria y el desarrollo del papel asistencial y sanitario del farmacéutico, en coordinación con los profesionales de Atención Primaria”, con el añadido de “garantizar la sostenibilidad de la red de farmacias, para su labor sanitaria, social y de cohesión territorial”. Ésta ha sido la única enmienda trasladada al texto referente a las boticas.
Expectativas no concretadas
Por tanto, por el camino —debate y votación— se han quedado las propuestas asistenciales que planteaban potenciar esa farmacia asistencial que centra los esfuerzos del sector.
Por ejemplo, como contó EG, el Grupo Popular planteaba en su documento de resoluciones “reforzar la atención farmacéutica domiciliaria (AFD)” e incluso “desarrollar programas específicos de atención farmacéutica en centros sociosanitarios y de discapacidad”. En ello coincidía el Grupo Ciudadanos, al instar en su borrador a potenciar la AFD “entendida como la prestación de servicios profesionales farmacéuticos asistenciales en el domicilio del paciente, especialmente en el caso aquellos que por su condición física o de salud no puedan acudir o se recomiende que no acudan a la farmacia comunitaria para recibirlos, así como en los otros casos en que concurran causas de fuerza mayor u otras circunstancias objetivas que impidan o desaconsejen el desplazamiento de los usuarios a la farmacia comunitaria”.
Incluso, el Grupo Ciudadanos iba un paso más allá en la importancia otorgada a la farmacia asistencial en el ‘nuevo’ SNS al plantear también que se posibilitase “ que las farmacias comunitarias (…) desarrollen voluntariamente servicios asistenciales y de atención sanitaria”.
Sin embargo, una vez se decidió que fuese el documento de PSOE-UP el cual sirviese de base para la discusión de un texto final de conclusiones del Grupo de Trabajo en Sanidad, ninguno de estos grupos ha conseguido enmendar estas propuestas. La farmacia asistencial, y en concretos prácticas como la AFD que tan buenos resultados han cosechado en esta pandemia, se veían así afectadas por una suerte de “efecto gaseosa”. De las buenas expectativas al rechazo tácito.
Una última oportunidad
Los más optimistas pueden decir (con el procedimiento en mano) que no está todo perdido. ¿El motivo? Aún queda pendiente de abordar la última fase del proceso. Las conclusiones de los cuatro grupos de trabajo de la Comisión para la Reconstrucción se volverán a debatir y a votar en el Pleno del Congreso del 22 de julio. Ello permitiría todavía volver a plantear nuevas enmiendas a los textos.
Por ejemplo, el Grupo Popular ha solicitado a la Mesa de la Comisión para la Reconstrucción que se mantengan “vivas” para su nuevo debate en este Pleno todas las enmiendas sanitarias que presentó pero no fueron incluidas en el documento que fue votado por la Comisión. Entre ellas se encuentra la citada potenciación de la Atención Farmacéutica Domiciliaria y el desarrollo de programas de AF en residencias, por lo que tendrán una nueva (última) oportunidad de ser recogidas. No ocurre lo mismo respecto al Grupo Ciudadanos. Aunque esta formación también ha solicitado que se mantengan “vivas” sus enmiendas no atendidas, ninguna hace referencia a la farmacia.
El sector, a la espera de la Comisión
El sector, mientras, se mantiene a la espera antes de hacer valoraciones “profundas”. “Por lo que vamos conociendo, la filosofía de algunas de nuestras propuestas ya están reflejadas en algunos puntos del documento y otras nos gustaría que se concretaran más. Hay que esperar hasta que el documento sea definitivo. Todos sabemos que está habiendo conversaciones permanentes entre los principales partidos y no es momento de interferir”, indica a EG Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Farmacéuticos (CGCOF).
“Eso sí —añade Aguilar— solo recordar lo que dije el pasado 8 de junio ante los diputados: los farmacéuticos y la farmacia somos parte de la solución. No se puede reconstruir ni fortalecer el SNS sin contar con la profesión farmacéutica”.