José Manuel Paredero, farmacéutico de Atención Primaria de la Subdirección General de Farmacia y Productos Sanitarios del Servicio madrileño de salud (SERMAS), ha sido nombrado nuevo presidente de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP) durante la Asamblea anual de socios de la sociedad científica, celebrada en el marco del 25º Congreso Nacional de la SEFAP, que tuvo lugar los pasados 25, 26 y 27 de mayo.

El nuevo responsable de la SEFAP sucede en el cargo a Ángel Mataix, quien ha destacado la “gran experiencia” en Atención Primaria de Paredero, así como su “capacidad de liderazgo, su talante dialogante y su firme creencia en la figura del farmacéutico de atención primaria”.

Trayectoria profesional

Antes de ocupar su actual cargo en el SERMAS, Paredero ejerció durante más de 16 años como farmacéutico de Atención Primaria (FAP) en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), donde formó parte del Consejo Consultivo de la Red de Expertos en materia de Seguridad del Paciente de Castilla La Mancha y también llevó a cabo labores de asesoría del Área de Farmacia del SESCAM.

“Ser presidente de la SEFAP supone toda una aventura y una gran responsabilidad. Siento una mezcla de orgullo y de inquietud, sobre todo por estar a la altura de todos mis predecesores, que han llevado a cabo una gran labor durante todos estos años”, ha señalado Paredero. Asimismo, ha afirmado que su junta directiva tiene “la suerte” de heredar una SEFAP “fuerte” gracias al trabajo realizado en los últimos años por Ángel Mataix y su equipo directivo, “que han permitido posicionar al FAP en muchos sitios donde antes no estaba, ampliando la participación de los socios y generando documentos de gran valor y en beneficio de los pacientes”. “Ese legado es muy importante para los FAP y vamos a mantenerlo y a potenciarlo”, ha añadido.

Nueva etapa, nuevos retos

El nuevo presidente, que ha destacado que su Junta Directiva será la primera de la historia de la SEFAP que no procede de una única vocalía, sino que agrupa a profesionales de distintas regiones y con bagajes profesionales distintos, algo que “nos enriquece y aporta muchísimo valor para alcanzar las metas que nos hemos fijado”, según ha apuntado.

En cuanto a los principales retos a los que se enfrentarán los farmacéuticos de atención primaria en los próximos años, Paredero ha resaltado “la importante tarea” de reivindicarse, ampliar competencias y homogeneizarlas en todo el territorio nacional, la necesidad de insistir en la creación de servicios de farmacia o unidades de farmacia de atención primaria allí donde no existan, y la responsabilidad de contribuir al fortalecimiento de la atención primaria: “Hemos de seguir demostrando a los gestores, tanto públicos como privados, que somos un pilar fundamental para conseguir un farmacoterapia segura, de calidad y eficiente”, ha apuntado.

Objetivo: una formación especializada reglada

Entre los objetivos estratégicos que se marca la nueva junta directiva de la SEFAP hay varios orientados a mejorar el posicionamiento y la visibilidad del trabajo que realizan los FAP. “Tenemos que conseguir que todo el mundo sepa lo que hacemos, dónde estamos, cuáles son nuestras funciones, cómo beneficiarse de nuestro trabajo y que conozcan todo lo que hacemos por su seguridad”, ha argumentado.

Y es que, tal y como expuso Paredero en una columna de opinión para EG, “la figura del Farmacéutico de Atención Primaria se ha consolidado en el Sistema Nacional de Salud (SNS), pero consideramos que todavía necesita una potenciación de sus funciones y un refuerzo de su capacidad clínica-asistencial, que es nuestra vocación desde el origen”.

En este sentido, su intención es desarrollar las capacidades de estos profesionales y “fomentar su implementación tanto en el sector público como en el privado”. Paredero considera que los FAP deben estar en los centros de salud y en las estructuras de atención primaria, “integrados con el equipo asistencial en beneficio de los pacientes y dando el apoyo necesario a los centros socio-sanitarios”.

Para el nuevo presidente de SEFAP, una de las claves que permitirían llevar a cabo este desarrollo profesional del FAP, sería disponer de una formación especializada reglada que capacite adecuadamente a los FAP, un objetivo largamente reclamado por la SEFAP y por el que la nueva junta directiva anuncia que seguirá luchando.

2Desde los orígenes de nuestra profesión, hace más de 35 años, la creación de una especialidad que proporcione una formación especializada reglada para el desempeño de nuestras funciones se ha percibido como algo fundamental. El hecho de que aún no exista, nos impide alcanzar todo nuestro potencial y además genera desigualdades en las funciones que se llevan a cabo en los distintos servicios de salud autonómicos, lo cual no deja de ser una inequidad en el Sistema Nacional de Salud”, ha explicado Paredero, quien, siendo consciente de que esas reformas “llevan su tiempo”, ha anunciado que la nueva junta apostará por una formación profesional propia de la SEFAP “que permita obtener todos los conocimientos fundamentales de acuerdo con la cartera de servicios de los FAP”.