J.A. Rodríguez Barcelona | jueves, 23 de marzo de 2017 h |

Las oficinas de farmacia, como centro de salud que son, pueden contribuir a salvar vidas de forma inmediata. Así lo destacó el cardiólogo Josep Brugada, uno de los responsables del proyecto científico ‘Barcelona, ciudad cardioprotegida’, impulsada por la Asociación Barcelona Salud (ABS) junto a la Asociación de Farmacias de Barcelona (AFB), con el apoyo de Gobierno de España, la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona, así como la colaboración del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona y la Fundación Brugada, y la distribuidora farmacéutica Fedefarma.

Brugada puso el énfasis en que las oficinas de farmacia mantienen una estrecha y especial relación con los clientes, “por lo que es un lugar idóneo para controlar y seguir los factores de riesgo cardiovascular”. Y añadió que “los farmacéuticos deben ir más allá de la mera dispensación de medicamentos”. Este experto señaló que los desfibriladores pueden salvar la vida de muchas personas, pero es necesario que sean accesibles de forma casi inmediata. Por ese motivo, las oficinas de farmacias son un lugar idóneo para contar con desfibriladores. “Y es que cada minuto que pasa desde el paro cardíaco, se reducen un 10 por ciento las probabilidades de sobrevivir”.