Evitemos hacer publicidad en las siguientes líneas, aunque las marcas son tan populares que no le supondrá mucho esfuerzo identificarlas. Seguro que conoce —y quizá haya hecho uso de ellos— de los servicios de pedido y recogida desde el automóvil que ofrecen algunas cadenas de comida rápida. Pues bien, ¿se imaginan esa posibilidad a la hora de recoger su medicación sin bajarse de su vehículo? Lo que en España es una quimera —y más que probablemente una laguna legal—, en Croacia ya es toda una realidad.
La cadena Gradska Ljekarna —la mayor cadena del país— ha inagurado en una de sus farmacias en la capital Zagreb el primer servicio de ‘drive-in’ para los usuarios. El fin de este ‘auto-farmacia’ es ofrecer un “mejor acceso” a los servicios del establecimiento a pacientes con edad avanzada, movilidad reducida, necesidades especiales e incluso padres que acuden con sus hijos a coger su medicación y no pueden abandonar el vehículo. “Es una forma innovadora para nosotros a la hora de ofrecer los servicios de farmacia a los ciudadanos de Zagreb”, asegura Nada Jambrek, director de la cadena, en declaraciones al medio local zagrebancika.com.
El propio ayuntamiento de Zagreb ha facilitado y financiado parcialmente las obras para construir una vía de acceso exclusiva para vehículos a la farmacia (ver foto). El usuario tan solo debe llamar a un timbre para que reciba la atención del farmacéutico a través de la ventana y poder retirar su medicación. El propio alcalde de Zagreb defiende esta pionera iniciativa, tanto para los casos citados anteriormente —personas de movilidad reducida, necesidades especiales, etc.— como para aquellos días “con negativas condiciones climatológicas”, añade. Incluso, el consistorio local ha confirmado que también subvencionará la implantación de nuevos servicios de ‘auto-farmacia’ en otros establecimientos ubicados en distintas zonas de la ciudad, previstos a partir del próximo mes de mayo. Esta cadena dispone de 38 boticas en la capital croata.
Si bien lejos de estos ejemplos, cabe recordar que en España existen iniciativas en connivencia entre ayuntamientos y farmacias para facilitar el acceso a estos establecimientos, como puede ser la reserva de plazas específicas de aparcamiento frente a la botica para el uso exclusivo —y temporal— de los usuarios.
