Ainhoa Muyo Madrid | viernes, 08 de junio de 2018 h |

La tasa de envejecimiento de la población continúa aumentando lo que supone en la actualidad que el 17 por ciento de las personas son mayores de 65 años. Esta evolución tiene como consecuencia el aumento de pacientes que padecen osteoporosis, ya que, según los estudios, a partir de los 40 años se produce una pérdida progresiva de masa ósea.

En este sentido, se calcula que, a lo largo de la vida, las mujeres pierden más del 40 por ciento de la masa ósea en la columna y casi un 60 por ciento en la cadera. La pérdida de hueso es especialmente notable durante el período peri y posmenopáusico, aunque, en algunas ocasiones, la pérdida de masa ósea puede ser similar o incluso mayor durante la octava y novena décadas de la vida.

Además de la edad, existen distintos factores que aumentan estas posibilidades de déficit óseo como son los factores nutricionales, hormonales paracrinos, mecánicos y genéticos.

Por otra parte, el aumento de edad también deriva en la disminución de la masa muscular esquelética y el progresivo descenso del número y tamaño de las fibras musculares, especialmente entre los 35 y los 70 años, lo que deriva en la aparición de sarcopenia. Esta evolución, que comienza a partir de los 50 años y se intensifica a los 60, hace que se pueda perder hasta un 40 por ciento del músculo antes de los 80 años.

La sarcopenia viene además producida por diversos factores como la denervación del tejido muscular, los cambios en el metabolismo proteico o en las concentraciones de diversas hormonas.

Preocupación por la movilidad

Las molestias relacionadas con la movilidad preocupan a cuatro de cada diez personas sanas mayores de 50 años en nuestro país. Según un estudio realizado en torno a esto, de los 17,8 millones de personas que hay en España mayores de 50 años, una de cada tres declara haber sufrido algún tipo de dolor o rigidez en sus articulaciones que afecta a su movilidad.

Esta falta de movilidad es una de las principales preocupaciones de las personas sanas de estas edades, que no padecen enfermedades graves aunque, en algún momento, empiezan a notar rigidez, molestias musculares, menos flexibilidad o inflamación leve de las articulaciones. Por ello, las personas que realizan actividad física y practican deporte habitualmente, buscan evitar estos problemas de salud, tal y como demuestran los estudios realizados.

Triple acción de los complementos

La actividad física y una correcta nutrición son claves para ayudar a mantener la movilidad. En lo que se refiere a pérdida muscular es necesario consumir magnesio, hierro y proteínas. Estas últimas juegan un papel fundamental en los hábitos nutricionales diarios de las personas mayores de 50 años. Con la alimentación habitual, a veces no resulta suficiente la cantidad y calidad de proteínas que intervienen en el mantenimiento de la masa muscular para no tener problemas de movilidad relacionados con el músculo.

Además, y para completar el efecto del ejercicio y la nutrición en el tratamiento de los problemas de movilidad, se ha demostrado que el colágeno hidrolizado (CH) colabora en la reducción de las distintas consecuencias que producen el deterioro y pérdida del colágeno original.

En este sentido, diferentes ensayos han demostrado que el CH estimula la regeneración de los tejidos colaginosos, ayuda a reducir el dolor articular de desgaste, a ralentizar la pérdida de masa ósea y a atenuar los signos de envejecimiento dérmico. Todo esto hace que el CH ayude a tratar la pérdida de movilidad en los tres lugares donde afecta siempre que se combine con una nutrición correcta.

Para cubrir esta triple acción, Nestlé Health Science ha desarrollado Meritene Mobilis, una fórmula exclusiva que aborda de una forma completa los problemas y molestias relacionados con distintas pérdidas de movilidad.

Este complemento alimenticio desarrolla una triple acción que proporciona fuerza muscular, ayuda a mantener las densidad y calidad de la masa ósea y consigue disminuir el dolor y molestias articulares.


El aumento de la edad deriva en la pérdida progresiva de masa ósea y la disminución de masa muscular



La combinación del colágeno hidrolizado y las proteínas estimula la regeneración de los tejidos musculares