Redacción Madrid | viernes, 22 de marzo de 2019 h |

Son varias las razones que explican por qué las oficinas de farmacia tienen que estar comprometidas con el medio ambiente. Concretamente, tres. Y las tres han quedado recogidas en la primera Guía de Buenas Prácticas Medioambientales publicada por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid: porque se producen mejoras en el entorno —si se evita el agotamiento de los recursos naturales e impedimos la contaminación del agua y del suelo se reducirían las alteraciones en las funciones del medio ambiente— porque la oficina de farmacia se beneficia —los costes se reducen, se obtiene un reconocimiento social y conlleva ventajas comerciales— y porque favorece a la sociedad en general.

Estas tres razones auspician esta iniciativa de CofmS31, para la cual se ha contado con colaboración de la Consejería de Medioambiente y Ordenación del Territorio. Por ellas, y porque, según declaró Susana Belmonte, vocal de Salud Pública del COFM, “un colegio no puede ni debe permanecer insensible al deterioro del medio ambiente”, esta guía propone un plan de actuaciones fáciles y sencillas de aplicar para optimizar el consumo de los recursos, como agua y energía; disminuir la cantidad de residuos producidos y facilitar su reutilización; reducir las emisiones a la atmósfera, los ruidos y los vertidos de aguas; o mejorar, en definitiva, la competitividad de las farmacias.

Para facilitar su uso, la guía está organizada por actividades, sugerencias y recursos necesarios en las distintas zonas de la farmacia: atención al público, almacenamiento de medicamentos y productos sanitarios, laboratorio de Formulación Magistral y zona de atención individualizada al paciente. Partiendo de las actividades identificadas, se describen las sugerencias de buenas prácticas ambientales atendiendo a dos criterios, en función de si se precisan, o no, inversiones económicas en material o tecnología. Muchas, según Belmonte, “no acarrean ningún coste” al titular.

En la presentación de la guía, el viceconsejero de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Pablo Altozano, elogió este “nuevo paso” en el compromiso de la farmacia con el medio ambiente, que ya quedó de manifiesto en el año 2005 con el lanzamiento del pionero Programa de Gestión Integral de los Residuos, con el que participan actualmente más de 1.000 farmacias madrileñas, según Belmonte.