El Global Oviedo | viernes, 05 de mayo de 2017 h |

Un rostro conocido de la farmacia astur como es José Villazon —ex presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Asturias, consejero de la cooperativa farmacéutica regional (Cofas) y coach por la Escuela Europea de Líderes— impartió el pasado 27 de abril a sus compañeros asturianos una sesión formativa sobre “Habilidades de comunicación en oficina de farmacia”.

Durante su intervención, Villazón destacó que en la oficina de farmacia “se trabaja cada día cara a cara con personas”. Esta premia, a juicio de este profesional, obliga a los farmacéuticos a “ser eficaces en la comunicación” con el paciente”, para contribuir como profesionales y con esta actitud “al uso racional de los medicamentos”, expuso.

En este sentido, dado que la formación académica (planes de estudio de las facultades) no incluye este aspecto fundamental que es la comunicación farmacéutico-paciente, el ex presidente colegial y coach de la EEL propuso a los asistentes un recorrido por las técnicas y herramientas de comunicación, desde las más generales hasta las más específicas, y todas ellas adaptadas a la botica.

Así, el medio centenar de farmacéuticos presentes en esta actividad abordaron los estilos comunicativos, los tres componentes de la comunicación, la generación de confianza, los mensajes profesionales, la prevención y resolución de conflictos y la comunicación interna, entre otros. Y es que, según se puso de manifiesto, igual de importante es la óptima comunicación con el paciente cara a obtener óptimos resultados en salud, como la comunicación interna con la plantilla para la mejor gestión y llevanza del establecimiento.

Satisfacción… Y prestigio

Sobre este aspecto, Villazón incidió a sus compañeros en este mensaje. “Mejorar nuestras habilidades de comunicación se traducirá en mayor calidad de nuestro servicio, con resultados en salud para nuestros pacientes, y en su nivel de satisfacción”.

Más allá de la satisfacción del paciente, la fluidez de la comunicación con el paciente también tiene sus consecuencias en forme de “prestigio para cada farmacéutico concreto, para la oficina de farmacia en que trabaja y para el conjunto del colectivo profesional”, añadió este experto de la Escuela Europea de Líderes.