Las oficinas de farmacia, cuando llegan ciertas épocas del año, como la primavera, pero especialmente el otoño, atienden un gran número de consultas relacionadas con el cuidado del pelo, la piel y las uñas, pues es una de las grandes preocupaciones de los pacientes.
De hecho, el farmacéutico debe despertar esas situaciones en las que los productos de capilar pueden ayudar al paciente, sobre todo, en casos de personas con problema de tiroides, en época de post-parto, menopausia, tras la ingesta de medicamentos con algún efecto secundario, etc.
Un mercado en auge
Bajo estas premisas, Asefarma ha celebrado una sesión formativa en colaboración con el Laboratorio Native, en la que se abordó cómo desarrollar de una forma efectiva la categoría capilar en la farmacia y qué tips aportar cuando el paciente traslada al farmacéutico determinadas consultas en torno al cuidado capilar.
La directora de formación del grupo cosmético francés Native, Pilar Pérez, apuntó que, en términos numéricos, “el cuidado de la piel viene siendo la línea de mayor crecimiento, con una cuota de cerca del 35 por ciento“. La explicación es que cada vez nos cuidamos más y “nuevas generaciones son uno de los principales catalizadores del sector”.
En este sentido, “la generación ‘millenial’ utiliza seis o más productos de belleza al día”, expuso Pérez. “Y si los millenials son un motor de crecimiento crucial, las generaciones posteriores tampoco se quedan atrás”, agregó. En definitiva, la caída del cabello, la densidad capilar o la caspa son preocupaciones que impulsan un aumento de la demanda de productos especializados en el cabello.
Tal y como explicó Pérez, “se proyecta que el mercado mundial de productos para el cuidado del cabello crezca alrededor del 4 por ciento durante el período de pronóstico 2020-2025”. Además, se estima que alrededor del 19,4 por ciento de los consumidores de productos de peluquería y cosmética los compran en farmacias y dermofarmacias.
El papel del farmacéutico
Por tanto, esta categoría, una de las más desconocidas, representa toda una oportunidad. De hecho, Pérez insistió en “el poder de la bata blanca”. “Los usuarios que acuden a la farmacia van a consultar sobre algún tipo de patología concreta, van a por sus recetas, pero también hay consumidores de cosmética. El farmacéutico, como profesional de la salud tiene grandes oportunidades para impulsar la categoría capilar“, aseguró.
Desde la farmacia, se puede abordar el consejo farmacéutico teniendo en cuenta estos cuatro pilares que presenta la categoría capilar:
- Caída capilar y patologías del cuero cabelludo.
- Asesoría capilar, presencial y online.
- Recetas médicas.
- Consumidores de cosmética.
La directora de formación de Native insistió en la importancia de la formación así como en el conocimiento de las técnicas de venta. “Es importante empatizar con el paciente para que tenga una predisposición positiva a la escucha”. “Siempre hay que trasladar un mensaje positivo y fidelizar“, indicó. Además, no se debería olvidar que el cuidado tanto de la piel como del cabello se basa mucho en rutinas que hay que hacer correctamente para que el efecto de los productos sea completo.