El Global Madrid | viernes, 15 de febrero de 2019 h |

Son cada vez más frecuentes los avisos, con datos en la mano, por parte de colegios farmacéuticos, patronales y asesorías especializadas en este sector que alertan no solo de un aumento de las inspecciones por las Administraciones a las oficinas de farmacia, sino una mayor exigencia en las mismas. Unas inspecciones que, de derivar en sanciones, si son de carácter grave (15.00 euros) pueden llegar a hipotecar —o poner sobre el filo— la propia viabilidad del negocio .

Para dar pautas al titular, esas mismas entidades vienen potenciando la formación en este área. Una de ellas es COFM Servicios 31, la sociedad mercantil del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, que viene celebrando en este comienzo de 2019 el ciclo de sesiones ‘Cómo abordar con éxito una inspección de sanidad en la oficina de farmacia’. Una actividad por la que han pasado o pasarán casi 400 farmacéuticos y que, en el caso de la región donde tiene su actividad estas sociedad, coincide con la publicación del Plan de Inspección de la Comunidad de Madrid.

Como se incide en estas sesiones, el profesional farmacéutico, además de su actividad diaria orientada a garantizar el cuidado y la salud del paciente, debe hacer frente a una serie de responsabilidades para que su oficina de farmacia cumpla con todos los requisitos que exige la legislación sanitaria. Un cumplimiento normativo que está sometido a las inspecciones sanitarias, que deben ser abordadas a través de la mejor fórmula de éxito: llevar a cabo una labor preventiva mediante la realización de “autoinspecciones” periódicas, señalan los expertos de COFM Servicios 31.

Prevención y control

En el caso de la más reciente sesión, celebrada el pasado 5 de febrero, junto a Luis González, presidente del COFM y encargado de su inauguración, ha participado Adolfo Ezquerra, director general de Inspección y Ordenación de Madrid. Dentro del chequeo ligado a una autoinspección, el representante de la Administración ha incidido en puntos concretos a revisar y/o corregir como posibles deficiencias en el control de temperaturas, errores en cumplimentación de recetas, protección de datos, comunicar modificaciones del local de la botica, etc.

Asimismo, los propios técnicos farmacéuticos de COF Servicios 31 informaron sobre todos los aspectos que debe tener en cuenta el farmacéutico cuando se somete a una inspección de sanidad. En este sentido, destacaron que “no hay que tener miedo a una inspección, pero la mejor fórmula para salir airoso es llevar a cabo un tratamiento preventivo, hacer autoinspecciones”.

De la receta a las temperaturas

En este sentido, como había señalado anteriormente el representante de la Consejería de Sanidad madrileña, los técnicos destacaron la necesidad de llevar un mayor control de los medicamentos caducados; de controlar las temperaturas; de cumplimentar correctamente las recetas, las fichas de farmacovigilancia y cosmetovigilancia, así como los libros oficiales; etc.

Asimismo, más allá de lo directamente relacionado con los medicamentos, también se resaltan otras cuestiones ligadas a la actividad como ceñirse al módulo de horario solicitado para la farmacia; de comunicar previamente a la consejería las modificaciones del local; de cumplir la normativa respecto a los laboratorios de formulación; de gestionar correctamente los residuos; de implementar las obligaciones del Reglamento de Protección de Datos; o de disponer de la Bibliografía obligatoria en farmacia, etc.

Asimismo, los farmacéuticos fueron avisados de la necesidad de “no dificultar o impedir la inspección, se debe colaborar para no incurrir en infracciones graves o muy graves”, y recordó que es muy importante “ser breves y concisos al ofrecer la información que se solicita, y procurar formar al resto de farmacéuticos del equipo para hacer frente a la inspección y evitar sanciones”.