El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, y el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), Manuel Martínez del Peral, han firmado el nuevo Convenio Farmacéutico de Madrid. Un texto que amplía y reconoce nuevos servicios profesionales, refuerza la comunicación con el médico prescriptor y ofrece una mayor colaboración con el Servicio de Salud. El nuevo marco de actuación entra en vigor en abril y tiene una duración de cuatro años, prorrogables otros cuatro más.

“Había que dar respuesta a las necesidades y los grandes retos de la sanidad, donde la colaboración es parte de la solución”

Manuel Martínez del Peral, presidente del COFM

El Convenio nace con la intención de fortalecer la prestación farmacéutica, mejorar la salud de los ciudadanos y aumentar la eficiencia del sistema. Un acuerdo necesario, para el presidente del COFM, porque recoge la nueva realidad social y sanitaria de la farmacia después de varios años de evolución hacia un modelo más asistencial. “Había que dar respuesta a las necesidades y los grandes retos de la sanidad, donde la colaboración es parte de la solución”, argumentaba Martínez del Peral.

El consejero de la Comunidad de Madrid coincide con el presidente del COFM en esa voluntad de colaboración entre las farmacias y el sistema sanitario. Para Escudero el anterior texto “ha funcionado bien, pero era necesario incluir nuevas iniciativas” con el objetivo de continuar con el “progreso constante”. Un Convenio que refuerza a la Ley de Ordenación Farmacéutica de la CAM, “una norma propia del siglo XXI con novedades desatacadas que dará un nuevo impulso a la farmacia de Madrid”, gracias a los avances en la atención domiciliaria, el aumento de las secciones, los horarios o la adaptación del concepto de dispensación, entre otros. En ese mismo sentido para Martínez del Peral “el Convenio es coherente y da continuidad al marco definido de la LOF que da seguridad a profesionales”.

“Era necesario incluir nuevas iniciativas para continuar con el progreso constante”

Enrique Ruiz Escudero, consejero de Sanidad de la CAM

El acuerdo, en palabras del presidente del COFM, impulsa la coordinación con el resto de profesionales, favorece la continuidad asistencial y contribuye en un mayor bienestar de la población. Busca dar solidez a la prestación farmacéutica gracias a la prevención y educación de salud, el uso adecuado de los fármacos y la detección temprana de los problemas con la medicación.

Novedades del Convenio

Entre las novedades incorporadas destaca la dispensación colaborativa con la Farmacia Hospitalaria, que ha permitido recientemente lanzar un primer piloto para acercar los tratamientos a los pacientes con VIH a través de las oficinas de farmacia.

La Hoja de medicación del paciente, un documento que permite al farmacéutico, siempre con el consentimiento del propio paciente, conocer la medicación de los tratamientos con la fecha de inicio y fin. Con esta información, el farmacéutico refuerza la seguridad y la eficacia de los tratamientos al poder detectar y evitar posibles reacciones adversas a los medicamentos, interacciones farmacológicas, errores en la administración, identificar duplicidades terapéuticas o disponer de información precisa y completa para conciliar los tratamientos.

El Convenio también plantea que el farmacéutico pueda introducir en el sistema la medicación de indicación farmacéutica para información del médico, también la posibilidad de anular o volver hacia atrás en el caso de errores en las dispensaciones realizadas a través del sistema de receta electrónica o del Sistema de Control de la Aportación y el Tope de Aportación (Siscata).

Se introduce el uso de la herramienta de bloqueo cautelar disponible en el sistema de receta electrónica, una posibilidad que permite al farmacéutico comunitario bloquear la prescripción cuando detecte un potencial error de medicación que pueda afectar a la seguridad del paciente y establecer una comunicación directa con el médico prescriptor.

El Convenio sienta las bases para desarrollar más servicios profesionales farmacéuticos asistenciales, con especial interés en las personas y colectivos más vulnerables. Como la inclusión de programas de seguimiento y apoyo en la detección precoz de enfermedades crónicas prevalentes; el seguimiento y adherencia de los medicamentos mediante el uso extendido de los sistemas personalizados de dosificación (SPD); también por el asesoramiento en dietas y hábitos saludables y la promoción de campañas de información a la población, entre otros.


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