Alberto Cornejo Madrid | lunes, 07 de noviembre de 2016 h |

Dolors Monserrat, nueva ministra de Sanidad, apuntó en su primer discurso tras recoger la cartera ministerial que quería ser el “acento catalán” del nuevo equipo de Gobierno conformado por Mariano Rajoy. Pues bien, un “acento catalán” que también se le pide aplicar a su toma de decisiones en política farmacéutica. Por ejemplo, la patronal farmacéutica catalana Fefac emplaza a la nueva ministra a trabajar “para dar cumplimiento a las propuestas incluidas en la Resolución del Parlamento de Cataluña para el desarrollo de la oficina de farmacia”.

Esta Resolución aprobada por unanimidad en julio de 2015 por el Parlamento catalán aboga, entre otras cuestiones, a emprender desde las Administraciones una serie de acciones para el desarrollo de la botica, algunas de las cuales afectan a competencias estatales. ¿Por ejemplo? Dicha Resolución solicita una revisión de la dispensación de medicamentos de diagnóstico hospitalario (DH) que no requieren especial control clínico, para que puedan estar disponibles en la oficina de farmacia. Asimismo, este documento aboga por un aumento de la contribución de las farmacias en las estrategias de inmunización y campañas de vacunación; amén de su acceso a las historias clínicas o la asunción de nuevas responsabilidades profesionales.

En el foco particular, Fefac pide a la nueva ministra “sensibilidad” respecto al problema de retraso en el pago de facturas que sufren las boticas catalanas. Otras patronales, en este caso de ámbito nacional como FEFE, ya han manifestado también sus primeras peticiones a la nueva titular de Sanidad, que pasan por “contar con el farmacéutico, mantener una actitud dialogante y escuchar nuestras propuestas en aras de la sostenibilidad del sistema”, apunta a EG Luis de Palacio, su secretario general.

También desde las sociedades científicas ya se han realizado las primeras valoraciones a este nombramiento. Jesús C. Gómez, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac), recuerda que “la farmacia necesita de una estabilidad que no encuentra des de hace años”. Una estabilidad que se consigue “desarrollando políticas que contribuyan a aprovechar más y mejor su potencial asistencial a través de los servicios profesionales farmacéuticos”, expone. ¿El camino para esta meta? “Actitud dialogante, receptiva a las opiniones de los profesionales y que avance en la integración de los farmacéuticos comunitarios en las estrategias del SNS”, enumera el presidente de Sefac.