La red de oficinas de farmacia de la provincia de Córdoba ofrecerán información a los ciudadanos sobre el oligodendroglioma, un tumor cerebral que se origina en el Sistema Nervioso Central y con una reducida incidencia en la población —afecta a tres de cada 100.000 personas—, por lo que supone un reto complejo encontrar estrategias terapéuticas para el tratamiento y control de este tipo de cáncer. Córdoba es referencia internacional en la investigación en esta patología, considerada enfermedad rara, ya que el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC) cuenta con un amplio número de muestras gracias a la colaboración del Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario Reina Sofía y de los biobancos de Andalucía y de otros puntos de España.

Con el fin de dar a conocer el trabajo científico y para generar un mayor conocimiento y sensibilidad social al respecto, las farmacias de la provincia aprovecharán su capilaridad y cercanía para llevar a cabo la campaña ‘Oligodendroglioma, ¿demasiado largo para salvarle la vida?’, que se incluye dentro del Proyecto OLIGOSPAIN. Se trata de una iniciativa multidisciplinar enfocada en la búsqueda de soluciones para las personas que padecen oligodendroglioma y en el que trabajan conjuntamente el IMIBIC, la Universidad de Córdoba, el Hospital Universitario Reina Sofía y el Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CACOF), quienes apoyan este programa.

“El farmacéutico es el profesional sanitario más cercano a la población, con un gran reconocimiento social, por lo que está llamado a ejercer un rol fundamental en la prevención de enfermedades y la promoción de la salud”

Rafael Castaño, presidente del COF de Córdoba

Esta acción de divulgación comenzará, a modo de pilotaje, en las farmacias de la provincia de Córdoba, aunque la intención es extenderla a las de toda Andalucía. El presidente del CACOF, Antonio Mingorance, destaca el “enorme potencial sanitario” que representan las casi 4.000 farmacias andaluzas para colaborar en proyectos multidisciplinares como éste en beneficio de los pacientes, una cuestión que también queda de manifiesto en otras apuestas que se vienen realizando en la profesión, tales como los servicios profesionales sanitarios complementarios a la dispensación del medicamento, “que vienen a sumar al trabajo que desempeñan otros compañeros del ámbito de la salud y que tienen como objetivo común ayudar a la ciudadanía en calidad de vida”, subraya Mingorance.

“El farmacéutico es el profesional sanitario más cercano a la población, con un gran reconocimiento social, por lo que está llamado a ejercer un rol fundamental en la prevención de enfermedades y la promoción de la salud. Es para nosotros un placer poder sumarnos a un proyecto de investigación y poder acercar a la población el reto que supone luchar contra este tipo de tumor. Lo que se conoce mejor, se valora y se potencia en común”, destaca Rafael Castaño, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Córdoba.

Por parte de IMIBIC, su director científico, Pablo Pérez, y el investigador principal de este proyecto, Raúl Miguel Luque, han explicado los pormenores de su trabajo en torno al oligodendroglioma, cuyos objetivos principales pasan por la identificación de alteraciones moleculares asociadas al desarrollo y a la progresión de cáncer. “La consecución de dicho objetivo favorecería el establecimiento de marcadores predictivos para el diagnóstico y pronóstico o, incluso, el tratamiento de este tipo de patologías, lo que supondría una innovación transferible a los servicios de salud”, han expuesto. Además, el proyecto pretende potenciar actividades orientadas a la prevención y detección precoz de los procesos patológicos, ya que permitirá́ la identificación de biomarcadores predictivos tempranos no invasivos que ayuden a la detección precoz.

Causa, síntomas y tratamiento de los oligodendrogliomas

Desde el colegio recuerdan que la causa de la mayoría de los oligodendrogliomas es desconocida. La exposición a radiación y ciertas alteraciones en los genes que se pueden heredar se vinculan con una probabilidad más alta de padecerlo. Aunque pueden aparecer a cualquier edad, en la mayor parte de los casos se presenta entre los 35 y los 44 años. Es algo más frecuente en los hombres y es poco común en los niños, y también es más común en las personas de raza blanca y personas que no son de origen hispano.

La sintomatología de este tipo de este tumor depende de su localización. El signo más común es una crisis convulsiva. Cerca de 60 por ciento de las personas que lo padecen tienen una crisis convulsiva antes de recibir un diagnóstico. Otros síntomas posibles son dolor de cabeza, alteración del pensamiento y la memoria, debilidad, entumecimiento o problemas de equilibrio y movimiento.

En la actualidad, la primera opción de tratamiento es la cirugía, si es posible, con el objetivo de obtener tejido para determinar el tipo del tumor y extirpar la mayor cantidad posible de este sin que se produzcan más síntomas. Tras la intervención quirúrgica, las otras opciones de tratamiento pasan por la radiación, la quimioterapia o la participación en ensayos clínicos. Se calcula que cada año más de 1.200 personas reciben un diagnóstico de este tumor, con el que actualmente conviven más de 11.000 pacientes.


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