El pasado 28 de noviembre, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos y Marca España presentaron oficialmente el convenio de colaboración —con una vigencia de dos años— para la difusión internacional de la “excelencia” del modelo farmacéutico español. El Alto Comisionado para la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, analiza en esta entrevista la importancia del acuerdo alcanzado con el CGCOF.
P. ¿Qué ventajas acarrea que las farmacias sean ‘Marca España?
Respuesta. Marca España intenta potenciar todo aquello que tiene nuestro país de lo que se puede sentir orgulloso. Ya sea del área económica, cultural, gastronómica… Dentro de esas cuestiones de las que España puede sentirse orgullosa es su sistema sanitario, y su modelo farmacéutico en particular. Por tanto, lo que queremos con este acuerdo es divulgar este modelo, darlo a conocer en el exterior, así como facilitar asistencia técnica a otros países con un grado de desarrollo sanitario inferior y puedan aprender de lo que se hace en España.
P. Es habitual presumir de nuestra gastronomía, mientras que otras cuestiones que también lo merecerían, como la Sanidad, no cuentan con tanta notoriedad, ¿no?
R. Así es. Desde Marca España seguimos cerca de 50 rankings internaciones de entidades imparciales, neutrales, como la Organización Mundial de la Salud. Algunos de esos rankings sanitarios sitúan a España en la séptima posición mundial —tercera en Europa— de un total de más de 190 países. Estamos claramente en punta de lanza. Lamentablemente, muchas veces los españoles nos quejamos de lo que tenemos en España y tienen que ser los que vienen de fuera los que nos hacen ver el nivel que tenemos.
P. Por su cargo, usted debe viajar internacionalmente con asiduidad. Entiendo por tanto que conocerá de primera mano lo que supone que un país cuente —o no— con una red de farmacias con alta capilaridad.
R. Efectivamente. Como decía antes, cuando estás en otro país es cuando pones más en valor lo que dispones en el tuyo. Nuestra cifra de farmacias es un claro ejemplo. Disponer de cerca de 22.000 farmacias en cualquier rincón del país, y tener garantizado que el paciente pueda disponer de su medicación en un plazo máximo de unas horas —en el peor de los casos— es excepcional, algo único. Es un servicio mejor que el que se presta en la mayoría de los países. Y hay que sacar pecho por ello.