Alberto Cornejo Madrid | viernes, 08 de marzo de 2019 h |

Hace justo un mes, el pasado 9 de febrero, entraba en vigor en España la obligación de registrar, identificar y desactivar códigos bidimensionales de los envases de medicamentos de prescripción en toda la cadena. En el caso de las farmacias, a la hora de proceder a dispensar un fármaco afectado por esta verificación.

Pues bien, un mes después de esta entrada en vigor, el 99,85 por ciento de la red de farmacias (22.104 establecimientos) está registrado en el Sevem —el organismo creado ex professo por el sector para gestionar la verificación—, según los datos expuestos por Cecilio Venegas, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Badajoz, en el marco de Inforsalud (6 y 7 de marzo en Madrid).

Respecto al ínfimo porcentaje de boticas que aun no están adaptadas para cumplir con esta obligación, los motivos obedecen a factores diversos como pueden ser problemas técnicos —por ejemplo, establecimientos ubicados en zonas de difícil conectividad que ya han experimentado estos problemas con la receta electrónica—, o bien porque no se encuentran actualmente abiertas al público por procedimientos de cierre o cese temporal de actividad como consecuencia de una sanción administrativa.

Mientras, de las algo más de 22.000 farmacias registradas para verificar, en torno a 18.000 (81 por ciento) ya han realizado en este mes alguna operación de identificación registrada en Sevem, para unas cifras que superan las 5 millones de dispensaciones ‘verificadas’. El 62 por ciento de ellas (en torno a 13.000) verifican “diariamente”.

Prosiguiendo con los datos apuntados por el presidente pacense, habría por contra un restante 19 por ciento que, un mes después, aún no se han ‘estrenado’ en la verificación. Cabe indicar que ello no implica que estos establecimientos estuviesen actuando de manera ‘ilegal’. Y es que es posible —en especial en las boticas con baja rotación de stock— que las dispensaciones que hayan afrontado en este mes repercutan a medicamentos con envases antiguos que no incorporan el ahora obligatorio código bidimensional y, por ende, sin posibilidad de identificar. No obstante, cabe recordar que desde la Organización Farmacéutica Colegial se recomienda hacer una primera verificación al recepcionar del pedido.

Por último, otro de los datos expuestos refiere al tiempo empleado: 300 milisegundos por operación. Ello corroboraría que la verificación no demora el tiempo de atención al usuario.