El pasado 5 de mayo, en el marco del proceso electoral convocado por el Consejo General de Farmacéuticos, Juan Enrique Garrido fue elegido como nuevo vocal nacional de Oficina de Farmacia. Sustituye a Teodomiro Hidalgo, quien no optaba a la renovación tras casi dos décadas asumiendo esta responsabilidad. Se trata de la vocalía de Sección de esta entidad que representa —según datos del propio CGCOF— a un mayor número de profesionales: cerca de 53.000 colegiados que ejercen en boticas. Aún en periodo de transición entre su elección y la toma de posesión, el nuevo vocal nacional de Oficina de Farmacia —y anteriormente vocal de Oficina de Farmacia del COF de Jaén— ha atendido a EG.
Pregunta. ¿Qué objetivos se marca para la vocalía que ahora dirige?
Respuesta. A mi parecer, la Vocalía de Oficina de Farmacia es la más importante del conjunto de Vocalías de Sección del Consejo General. No solo por la cifra de profesionales a los que representa, y dentro de ellos distintos colectivos, sino porque es la vocalía que debe ejercer como contacto entre lo que pasa en el mostrador y la institución. Es la vocalía que debe transmitir los problemas y necesidades que ocurren a ambos lados del mostrador hacia arriba, hacia la institución que les representa. Y, a su vez, todas las soluciones que emanen del CGCOF deben ser transmitidas por esta Vocalía hacia abajo; al mostrador.
P. Dentro del ámbito de la oficina de farmacia, existen muchas sensibilidades. Quizá las de los titulares sean distintas a las de los adjuntos, las de las boticas rurales distintas a las urbanas…
P. Efectivamente. Pero, aunque existan esas distintas sensibilidades, los problemas de la oficina de farmacia son en su mayoría comunes a todos sus profesionales y por eso debemos ir todos en el mismo barco. Por ejemplo, considero fundamental la labor de los adjuntos, en especial en ese desarrollo de la farmacia asistencial y digitalización de la farmacia que centra buena parte de la estrategia del CGCOF. Por eso me estoy reuniendo con las asociaciones representativas de farmacéuticos adjuntos, porque están a pie de mostrador y son los que viven y conocen el ‘día de día’ de la sociedad y los pacientes. Deben sentirse bien representados y, por parte de la Vocalía, hay que atender sus necesidades profesionales y formativas.
P. ¿Cómo gestionar ese crisol?
R. Insisto en que todos debemos tener claro que hay que remar en la misma dirección en los retos de la oficina de farmacia, aunque cada colectivo tenga sus problemas o necesidades particulares que deba atender la vocalía. La gestión de esta vocalía no es solo horizontal por los distintos grupos que representa, sino también por la coordinación autonómica que hay que atender. Tiene que actuar como eje vertebrador y catalizador, porque tengo claro que una iniciativa proyecto que se ponga en marcha en una región, o un logro concreto, puede ser extrapolable o replicada en el resto. Cuando era vocal del COF de Jaén, recuerdo lo mucho que aprendía en las reuniones de vocales sobre experiencias en otras comunidades. Ahora me toca intentar replicar esas particularidades que sean beneficiosas en proyectos comunes.
“La Vocalía de Oficina de Farmacia debe actuar como transmisor de los problemas y necesidades de ambos lados del mostrador al Consejo General”
Juan Enrique Garrido
R. Respecto a esa apuesta por la farmacia asistencial que comentaba, ¿por dónde deben ir los pasos?

R. Soy de los que piensa que, en primer lugar, es importante consolidar lo que ya se tiene, sin que ello implique que no se pueda avanzar en más proyectos. No se puede avanzar mucho sin mirar atrás y ver quién te sigue, o si caminas solo. Pero es necesario integrarnos más en el SNS. También considero que, ligado a lo asistencial, hay que avanzar paralelamente en esa farmacia digital en la que también trabaja el CGCOF a través de plataformas de registro y apoyo para los servicios profesionales como Nodofarma.
P. Uno de los problemas actuales de la botica es el affaire en torno a los medicamentos veterinarios y la existencia de canales distintos de dispensación. Se habla de “intrusismo”. ¿Es un problema de modificar la normativa o de que se cumpla?
R. Hay vacíos legales de los que se aprovechan establecimientos como las clínicas veterinarias. La ley les faculta a administrar medicamentos a los animales que estén en tratamiento en la clínica, pero no para toda la pauta complementaria a esa atención. La salud animal es un campo en auge, dado que cada vez existe un mayor número de mascotas y mejor cuidadas. Por tanto, que se cumpla la legislación vigente será un asunto que seguiremos de cerca en esta Vocalía. También es un problema de concienciación de y a la sociedad, para que cuando se hable de medicamentos veterinarios se asocien a la oficina de farmacia y no a la clínica veterinaria u otros canales.