La compra-venta ilegal de medicamentos en Internet es un auténtico desafío para la Farmacia Comunitaria. Esta práctica ha aumentado exponencialmente en los últimos años, sobre todo en países con sistemas de supervisión y control del mercado farmacéutico más ineficientes, con una situación económica compleja y la ausencia de sistemas oficiales de suministro. Sin embargo, los países desarrollados no quedan exentos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de la existencia de productos medicinales falsos en todas las regiones del mundo.
A día de hoy, las bandas son capaces de realizar réplicas prácticamente iguales a los medicamentos o productos sanitarios originales. Desarrollan desde medicamentos genéricos con precios más bajos (como los analgésicos) hasta otros mucho más caros e, incluso, innovadores (como los antineoplásicos). Vicente Colomer, secretario del Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOF) señala, en una entrevista a El Global, el fentanilo, los psicótropos, los anabolizantes o los estimulantes de la erección como algunos de los más comunes. De hecho, indica que uno de los mayores problemas a los que se enfrenta la legislación española es la llegada de estos medicamentos de webs de fuera del territorio nacional.
“Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta la legislación española es la llegada de estos medicamentos de webs de fuera de España”
Vicente Colomer, secretario del MICOF.
Los profesionales farmacéuticos juegan un papel crucial en la dispensación y administración correcta de los fármacos. “Sistemáticamente los COF recibimos información de prácticas ilegales ligadas a la venta de medicamentos por parte de farmacias no autorizadas. El objetivo es que, a continuación, lo remitamos al Consejo para que se lo notifique a la AEMPS. Esto está protocolizado en todos los Colegios”, asegura Colomar. Además, hace hincapié en que cada vez la Organización Farmacéutica cuenta con más sistemas que obstaculizan la venta de estos medicamentos. En este sentido, incide en que desde las oficinas de farmacia suelen sospechar que una receta es falsa cuando son de papel o fotocopiadas y, además, no conocen al paciente. “Prestamos más atención cuando son medicamentos que se salen de la normalidad. Ante la duda nos negamos a dispensar el fármaco e, incluso, se suele comunicar a los COF para que se emita una alerta”, añade.
Requisitos de la venta por internet
Según indican desde el MICOF, la venta de medicamentos en internet debe cumplir ciertos requisitos para que se realice de forma legal. Cerciorarse de que se cumplen es especialmente importante dado se han dado casos en los que “se utilizaba tiza o polvos de talco para hacer comprimidos completamente falsos, ya no es que la sustancia de ese medicamento te pueda producir daño si no está bien hecha, si no que a veces no lleva ni sustancia medicamentosa”, asegura el secretario del MICOF.
Exclusivamente se pueden vender por internet aquellos medicamentos que no están sujetos a prescripción médica. Únicamente las farmacias abiertas al público y legalmente autorizadas pueden tener una página web en la que vendan los medicamentos sin prescripción médica. Además, “deben figurar en un listado público y deben contar con su logo específico”, señala Colomer. También es esencial que la venta de estos fármacos se realice de forma directa desde la farmacia, sin intermediarios, siendo un farmacéutico el responsable de dispensarlo. De hecho, el pedido se gestiona directamente a través de la farmacia y será su responsabilidad la dispensación del medicamento hasta el domicilio del paciente.
“La mejor barrera a esta práctica ilegal es la educación sanitaria en el uso racional del medicamento”
Vicente Colomer, secretario del MICOF.
“En la actualidad hay bastantes barreras a la venta ilegal de medicamentos, pero mientras internet sea internet, y no podamos poner puertas al campo, va a ser complicado. La mejor barrera, a parte de que España cuenta con un sistema que garantiza el uso racional del medicamento, es la educación sanitaria en este ámbito”, insiste.
Medicamentos con receta
Los medicamentos que precisan receta médica para su dispensación no pueden venderse a través de páginas web. Los motivos principales son que pueden suponer un peligro directa o indirectamente, incluso en condiciones normales de uso si se utilizan sin control médico; contienen sustancias o preparados cuya actividad y/o reacciones adversas es necesario estudiar más detalladamente o se administran por vía parenteral (salvo casos excepcionales). “Es difícil que lleguen pacientes preguntando por la seguridad de un fármaco que han comprado por otros canales de venta externos a la farmacia”, indica Colomer.
No obstante, afirma que, en ese caso, intentarían ver el origen del medicamento y solventar la duda. Además, destaca que actualmente hay una normativa en la Ley del Medicamento que impide que desde la farmacia recojan un medicamento que ha salido de la farmacia o no se ha comprado ahí, “no sabemos si ha habido manipulaciones, si ha estado a temperaturas extremas y ha perdido su efectividad… no podemos garantizar la calidad del producto”, sostiene.
“La población debe saber que el medicamento es un producto para la salud, no de consumo”
Vicente Colomer, secretario del MICOF.
Colmar afirma que la mejor barrera para atajar este problema es la educación sanitaria en el uso racional del medicamento. “La población debe saber que el medicamento es un producto para la salud, no de consumo. No es inofensivo y siempre se va a necesitar un asesoramiento farmacéutico“, asevera. De hecho, incide en que tanto los estados miembros como, a nivel nacional, las propias comunidades autónomas, deberían hacer más campañas de concienciación. Desde la AEMPS alegan que, a día de hoy, no se han observado casos de medicamentos falsificados que hayan llegado a pacientes en España a través del canal legal de dispensación.
Actuación policial: operación “Pangea”
La operación policial “Pangea”, coordinada por INTERPOL, es una de las iniciativas internacionales destinadas a desbaratar la venta en línea de productos sanitarios falsificados e ilícitos. Desde su puesta en marcha en 2008, esta operación ha permitido retirar de la circulación más de 105 millones de unidades (píldoras, ampollas, sobres, botes, etc.) y practicar más de 3.000 detenciones. Juan José Castro, inspector jefe y jefe de la sección de Consumo, Medio Ambiente y Dopaje de la Comisaria General de Policía Judicial, señala que “en España hay laboratorios ilegales que camuflan los medicamentos bajo la apariencia de productos nutricionales o naturales”, indica. “Es muy preocupante, nos vamos encontrando cada vez más”, añade. En el periodo 2022-2023, Castro señala que se están encontrando con una tendencia, la sibutramina, un fármaco anorexígeno utilizado para tratar la obesidad. Además, se están topando con que también hay proteínas que tienen componentes medicamentosos.
La operación Pangea ha permitido retirar de la circulación más de 105 millones de unidades (píldoras, ampollas, sobres, botes, etc.)
“Durante unos días, se va parando absolutamente toda la paquetería que es relativamente sospechosa y se analizan los datos. Los medicamentos en los que suele haber más problemas son los de disfunción eréctil y anabolizantes”, señala Castro. Solamente en este año se han hecho ocho operaciones de grupos organizados. Estos simplemente lo que hacen es comprar el producto para redistribuirlo en España. El producto normalmente lo compran en países asiáticos y les llega por paquetería. No obstante, el inspector jefe remarca que es imposible controlar toda la paquetería que llega. “El principio activo normalmente lo traen de otros países. Vienen en paquetes de medio kilo, envasados al vacío, en doble bolsa de aluminio”, indica. Con respecto al diseño del producto que venden, lo hacen en España para que, posteriormente, cualquier empresa de cartonaje lo prepare y lo embale. “La maquinaria la tienen en España, es muy fácil. Además, tienen su propio sistema de marketing y publicidad”, sostiene.
El inspector Castro hace hincapié en lo esencial que es la colaboración entre todos los agentes implicados. Desde la AEMPS hasta con entidades privadas, las comunidades autónomas… “Tenemos que trabajar juntos porque es un problema global que hay que controlar”, concluye. En el caso de España, la AEMPS desde el año 2008 lleva desarrollado estrategias cuatrienales para obstaculizar y controlar esta práctica ilegal.
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