La Asamblea de Madrid ha acogido la primera sesión de debate de las dos previstas para analizar la futura Ley de Farmacia regional. Así, tras las enmiendas presentadas por los distintos grupos parlamentarios, el sector farmacéutico ha realizado una “radiografía” al proyecto de Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica de la Comunidad de Madrid.

Manuel Martínez del Peral, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) ha defendido que la norma “permitirá adaptar la prestación farmacéutica a las necesidades de la sociedad”. Para Martínez, supone un “avance” del actual marco regulatorio, ya que han transcurrido casi 25 años de la anterior regulación. En este sentido, ha apuntado que “es hora de convertir los aplausos de reconocimiento de la pandemia en un respaldo normativo claro de nuestra actuación profesional”.

“Esta nueva ley actualiza e incorpora nuevas funciones para el farmacéutico, moderniza los servicios y establecimientos farmacéuticos y avanza en calidad y seguridad de la prestación farmacéutica, en la cooperación institucional, en las estrategias de salud pública y en la mejora de la cartera de servicios farmacéuticos prestados a la población”, ha apuntado el presidente del COFM durante su comparecencia en la Comisión de Sanidad de la Asamblea.

Entre las ventajas que ofrece la ley, en opinión de Martínez del Peral, destaca la regulación de nuevas prestaciones para la población más vulnerable, como la atención farmacéutica domiciliaria (AFD); las garantías en el uso de los medicamentos y mayor eficiencia a través de la extensión de los sistemas personalizados de dosificación (SPD); abre nuevos desarrollos profesionales en áreas fundamentales para la salud de los ciudadanos, como es la nutrición y dietética; y refuerza el modelo de farmacia.

Martínez ha apuntado a la necesidad de “acabar de rematar la AFD“. “No hay que llegar a una uberización ni dejar entrar a ciertos actores, donde el medicamento se convierte en una mercancía más y no es así; el fin debe ser el paciente”, ha indicado.

En definitiva, ha abogado por un modelo que avance hacia una farmacia “viable y fuerte” y aprovechar todos los recursos disponibles para ofrecer una asistencia de calidad al paciente. “No generemos nuevas estructuras que consuman recursos, sino coordinemos y aprovechemos los existentes; seamos eficientes”, ha instado.

Las demandas de la Farmacia Hospitalaria

Manuel Martínez considera “acertado” incluir, como han solicitado algunas formaciones políticas a través de las enmiendas presentadas, las funciones de los farmacéuticos de Farmacia Hospitalaria y de Atención Primaria. “Nos parece adecuado porque la actividad de estos profesionales difiere en la actualidad de las funciones que estaban reconocidas en el RD 1/2015”, ha explicado el presidente del COFM.

Precisamente, Olga Delgado Sánchez, presidenta de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), considera que la nueva ley se presenta como una “oportunidad” para los farmacéuticos de FH. Así, ha solicitado en la Asamblea que se incorpore la definición de las funciones de estos profesionales. “Es muy importante decir qué se espera de ellos y no se puede obviar en ningún texto”, ha afirmado.

Asimismo, Delgado pide incluir en la nueva norma los requisitos en cuanto a estructura, profesionales farmacéuticos y materiales “que permitan y garanticen el uso adecuado de medicamentos, especialmente los requisitos técnicos que garanticen un uso seguro”.

También ha reclamado la incorporación de los requisitos humanos, materiales y tecnológicos que permitan la ejecución de las funciones acorde con la actualidad, que se garantice la atención farmacéutica especializada y la atención a pacientes institucionalizados en régimen sociosanitario, psiquiátrico, penitenciario, con la utilización de medicamentos hospitalarios en los mismos, “como así se establece en la legislación nacional y se refleja en la actividad realizada por la mayoría de los profesionales en la mayoría de las comunidades autónomas”.

“Consideramos que, con todo ello, Madrid conseguirá liderar la farmacia hospitalaria de España y dar respuesta a los retos que tenemos como sanitarios y como sociedad, como son el rol actual de los profesionales, la teleasistencia sanitaria, la integración en equipos multidisciplinares, la incorporación de los pacientes en los procesos sanitarios y en la toma de decisiones o garantizar la continuidad asistencial”, ha concluido la presidenta de la SEFH.

Una ley positiva para la farmacia rural

Por su parte, la farmacia rural ha tenido una mención especial. Y es que el texto legislativo hace varios “guiños” a estas boticas. “La ley reconoce su valor y refuerza su viabilidad“, ha asegurado Manuel Martínez del Peral, quien ha apuntado que algunos aspectos, como la modificación de los metros cuadrados del local, la posibilidad de adaptar horarios y personal o la racionalización de las guardias, harán que estas farmacias continúen dando servicio y cercanía al paciente y “aporten la capilaridad que tanto cohesión da al modelo farmacéutico”.

Jaime Espolita Suárez, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Rural (SEFAR), ha coincidido que, desde el punto de vista de la farmacia rural, “es una buena ley”. “Pensamos que es de las pocas leyes de ordenación farmacéutica que singulariza la acción o la importancia de estas farmacias en el medio rural”, ha aseverado.  

Y es que un aspecto reseñable de la nueva norma, tal y como ha expuesto el presidente de SEFAR, es que diferencia la farmacia rural del resto de farmacias comunitarias. “No porque seamos mejores, sino porque las necesidades o los problemas que tenemos son diferentes debido a nuestro modelo farmacéutico; nuestros pacientes tienen unas necesidades y unas circunstancias diferentes a las de otra tipología de farmacia comunitaria”, ha explicado.

Sin embargo, “si me preguntan si es la ley que va a acabar con todos los problemas de la farmacia rural diré que no; no va a ser esta ni ninguna otra ley”, ha aclarado. Y es que, según Espolita, la problemática de la farmacia rural es “más estructural” y muchas de las medidas que hacen falta son “competencia ministerial”.

Espolita ha mencionado algunos artículos “positivos” de la ley, como el referido a la AFD. “Llevamos años pidiendo que se legisle este punto, porque es la única manera de funcionar: el paciente del medio rural suele ser un paciente mayor, pluripatológico, pero hay escasos medios de transporte, por lo que están aislados”, ha señalado. Eso sí, ha recalcado que no se debe confundir con el ‘delivery’: “La AFD no solo es la entrega del medicamento al paciente, es hacerle un seguimiento, explicarle cualquier duda que tenga, revisar sus botiquines… es mucho más que una entrega”.

Del mismo modo, ha hecho referencia a otros artículos que engloban cuestiones “vitales” para la farmacia rural: que en las farmacias del medio rural que decidan abrir más de 40 horas a la semana no sea necesaria la contratación de un adjunto; la posibilidad de una menor superficie, pasando a 60 metros cuadrados en lugar de 75; u organizar los servicios de guardia entre municipios limítrofes.

Por último, Espolita ha hecho referencia a aquellas enmiendas que no entiende y que le han causado “tristeza”: aquellas destinadas a “prácticamente eliminar cualquier privilegio” respecto a la farmacia rural. “Al final, el castigado va a ser el paciente”, ha concluido.


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