El Global Madrid | viernes, 12 de enero de 2018 h |

“Queremos comenzar recordando que en la toma de posesión del cargo, el 29 de junio del pasado año, el actual presidente, se comprometió ante todos los socios, a mantener el consenso y seguir contando con el equipo de máximos responsables del grupo. Compromiso que incumplió apenas horas después, en la mañana del 30 de junio, y en los días posteriores, con el cese de altos ejecutivos del grupo, sin reunión previa del Consejo Rector ni de la Comisión Permanente”. Así comienza la carta con la que 8 consejeros de Cofares, la mayoría del Consejo Rector, han contestado a la misiva enviada el pasado lunes 8 de enero por el presidente de la cooperativa, Juan Ignacio Güenechea, a los socios. Una carta en la que prometía dar su versión de los hechos y a la que los consejeros que no aprueban la gestión de Güenechea desde prácticamente el minuto uno, han ido contestando para evidenciar que la petición de convocatoria de Asamblea General Extraordinaria nada tiene que ver con la supuesta asignación irregular de la vacuna Bexsero entre los socios de Cofares y sí con la deficiente gestión del presidente desde su nombramiento.

Güenechea en su misiva del pasado lunes, insistía en asegurar que fue a partir de encargar esa investigación cuando “un grupo de consejeros adopta una postura de obstrucción sistemática a todas las iniciativas de esta presidencia, incluso en abierta contradicción con decisiones tomadas anteriormente. A lo largo de estos meses no he recibido ni una sola propuesta constructiva”.

Ante eso, la mayoría del Consejo Rector ha argumentado que “la necesidad de la convocatoria de la Asamblea fue planteada por la mayoría del Consejo Rector por primera vez el 23 de noviembre de 2017, previo por tanto, a cualquier conocimiento por parte del Consejo Rector de la investigación realizada sobre la distribución de la vacuna, de la que tuvo constancia el día 20 de diciembre.

En su comunicado, esta mayoría del Consejo afirma que resulta relevante que “tras la petición de la convocatoria de la Asamblea, casualmente se filtrara a los medios de comunicación una investigación llevada a cabo respecto a presuntas irregularidades en la distribución de la vacuna Bexsero. Esa filtración, de suma gravedad en lo que afecta al prestigio y reputación de Cofares en su integridad, tenía la doble finalidad de: desacreditar a determinados consejeros y socios de Cofares; y actuar como coartada del presidente de cara a la ineludible convocatoria de la Asamblea para exigir su cese como consecuencia de su actuación”, reza el comunicado.

Una investigación que, casualmente, ha descartado, con la información que se tiene en este momento, que exista ningún tipo de delito por parte de los socios en relación con los hechos descritos en cuanto a la asignación irregular de la vacuna Bexsero entre los socios. “El tiempo nos ha dado la razón, ya que el informe encargado por el presidente y elaborado por expertos jurídicos independientes, y que obra en poder de los consejeros: descarta, con la información disponible, la comisión de cualquier tipo de delito; y subrayan que a día de hoy los hechos denunciados no han sido debidamente investigados ni contrastados por Cofares. De hecho, la investigación continúa abierta”.

Hay que señalar que el propio Güenechea ya no se refiere a una trama corrupta en su carta del pasado lunes 8 de enero. De la misma forma que tampoco hace referencia a lo manifestado por la mayoría del Consejo Rector y adelantado por EL GLOBAL en cuanto a la pérdida de confianza en su gestión ante la falta de ejecución de los acuerdos alcanzados por mayoría en el Consejo, ausencia de dedicación e inacción ante decisiones adoptadas en esas reuniones.

En ese sentido, la mayoría del Consejo Rector sostiene en su carta dirigida a los socios que la petición de una Asamblea solicitada por primera vez el 23 de noviembre y reiterada por el Consejo Rector el 20 de diciembre de 2017, “es consecuencia de la negativa del presidente a materializar las decisiones y acuerdos adoptados por mayoría por parte del Consejo Rector, hacer caso omiso de forma grave a la normativa interna de la Cooperativa, además de haber rubricado contratos de espaldas al Consejo”.

En concreto, se señalan algunos de los principales puntos de conflicto con la gestión de Güenechea al frente de Cofares. “Buen ejemplo de lo que se expone es la negativa a la revisión y/o no terminación de aquellos contratos con proveedores con los que la mayoría del Consejo Rector ha perdido la confianza o considera que concurre un conflicto de intereses con Cofares, así como el intento por atribuirse la presidencia del Comité de Cumplimiento Normativo en contra de lo expresamente dispuesto tanto en el Código de Conducta como en el Reglamento de Cumplimiento Normativo”.