La imprevisibilidad en la evolución de la pandemia del coronavirus está obligando a las autoridades internacionales a activar medidas de urgencia cara a luchar contra su expansión. Y, a la vez, que faciliten el día a día de la sociedad en un entorno, en muchos países, de confinamiento domiciliario. Algunas de estas medidas repercuten directamente a las oficinas de farmacia. Bien con la asignación de nuevas funciones o exhimiéndolas temporalmente de algunas obligaciones para centrar esfuerzos en la atención a los pacientes. EG ha analizado algunas de ellas ya implantadas en la farmacia internacional de diversos continentes.

Italia: dispensación a domicilio

En el país transalpino, nada más decretarse el estado de alarma —y por el cual solo se mantenían abiertas sin restricciones supermercados y farmacias— la patronal de farmacias Federfarma puso en marcha con Crosse Rossa —y el beneplácito de la Administración— un servicio gratuito de dispensación a domicilio de medicamentos. El servicio está disponible las 24 horas del día para mayores de 65 años o en cuarentena (por positivo o posible contagio).

Según ha confirmado el presidente de Federfarma, Marco Cossolo, desde España se ha transmitido el interés por conocer los detalles del servicio. “Nuestros compañeros de las farmacias españolas se han puesto en contacto con nosotros porque desean organizar un servicio de entrega a domicilio de medicamentos similar al que ofrecemos”, ha apuntado.

Francia: renovación de tratamientos

En el país vecino, el Gobierno ha publicado un decreto que permite a los farmacéuticos proceder a la renovación de los tratamientos de pacientes crónicos (salvo estupefacientes).

La autorización se otorga de manera excepcional, cuando el período de validez de una prescripción renovable ha expirado y para evitar cualquier interrupción del tratamiento que pueda ser perjudicial para la salud del paciente. Los farmacéuticos deberán dispensar, partiendo del plan terapéutico prescrito (dosis), el número de envases que garanticen el tratamiento hasta el 31 de mayo.

La medida se une a la entrega por parte del Gobierno a cada farmacia de medio millar de mascarillas —en un primer envío— del “stock estatal” para  su entrega gratuita a sanitarios que lo pidan.

Reino Unido: suspendidas inspecciones

Al margen de las medidas que ha adoptado complementariamente cada país (ver siguientes líneas), el General Pharmaceutical Council (GPhC) ha suspendido hasta nuevo aviso las inspecciones rutinarias a farmacias de Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte).

Esta es parte de la circular que han recibido los farmacéuticos: “Sabemos que enfrentará desafíos importantes como resultado de la pandemia de Covid-19 y nos gustaría agradecerle por todo lo que está haciendo para ayudar a brindar atención y apoyo a los pacientes y al público (…) Nuestra prioridad ahora es apoyarlo para que brinde a los pacientes una atención segura y efectiva (…) Tomaremos un enfoque flexible de apoyo y proporcionado a la regulación durante este tiempo, mientras continuamos enfocándonos en garantizar la seguridad del paciente”.

Escocia: acceso al historial clínico

El Gobierno escocés ha emitido unas instrucciones para que las farmacias comunitarias puedan acceder al registro clínico de los pacientes (Emergency Care Summary). Aunque ya se estaba trabajando en una norma nacional que próximamente facilitase este acceso, el Gobierno escocés ha acelerado su puesta en vigor ante la crisis del coronavirus y permitirá que los departamentos de Salud puedan ‘adelantar’ esta autorización.

”Esta medida ayudará a aumentar la capacidad de actuación de los farmacéuticos comunitarios en la atención y manejo de los pacientes en un momento sin precedentes para los sistemas sanitarios”, justifica el Gobierno. La decisión cuenta con el apoyo del Comité Escocés de Médicos Generalistas.

Gales: farmacias liberadas de servicios

En este otro país de las Islas, su Ministerio de Sanidad ha decidido dejar en suspenso la obligación de realizar ciertos servicios en las farmacias fijados mediante contrato con la Administración. El objetivo es “reducir la presión asistencial” de sus boticas y liberar “cientos de miles de horas” que puedan ser dedicadas a actuaciones ligadas al coronavirus.

Por ejemplo, se exime a las farmacias de la obligación de participar en las campañas sanitarias que tenga activas la Administración (excepto las relacionas con el Covid-19) y se permite retirar el material divulgativo en las farmacias asociadas a ellas (carteles, dípticos, etc) a fin de liberar espacio para la información en torno a este virus.

Asimismo, se flexibiliza hasta 2021 la prestación de otros servicios como el RUM_(Revisión del Uso de la Medicación), que se mantendrá para ciertos casos u apostando por la prestación telefónica.

El Gobierno galés mantendrá la validez de los contratos y continuará abonando las tarifas a cada farmacia (en torno a 1,5 millones de libras en su conjunto).

Estados Unidos: iniciar tratamientos

El análisis de la farmacia internacional, hay que mirar a otros continentes. En el Estado de Florida (Estados Unidos), una nueva normativa ampliará los servicios asistenciales que puedan prestar sus farmacias “para aliviar algunas de las presiones sobre los hospitales y centros de atención a pacientes agudos” en previsión de un incremento de los contagios de Covid-19.

Por ejemplo, esta ley permitirá que las farmacias tengan potestad para iniciar los tratamientos frente a gripe o faringitis estreptocócica A. “La medida genera un beneficio significativo y prioritario ante situaciones de salud pública exigentes que van desde brotes de gripe hasta las preocupaciones actuales en torno al coronavirus”, indica el proyecto de ley.

Canadá: limitar ventas

En Canadá también se faculta a los farmacéuticos para la renovación de tratamientos a crónicos “usando su criterio profesional” y para limitar la venta de medicamentos sin receta  “a periodos no superiores a 30  días” y evitar así acopios innecesarios o desabastecimientos.