Alberto Cornejo Madrid | jueves, 14 de noviembre de 2019 h |

Nadie puede dudar en pleno 2019 que el universo online ha permitido que cualquier mensaje transmitido por este canal no solo vea multiplicada su potencialidad y expansión, sino que perdure en el tiempo. Esto, en principio una virtud, puede suponer en la misma proporción un riesgo si el mensaje es equívoco (con conocimiento de causa o no). De manera especial, en el campo de la salud, donde el buen tino y la rigurosidad en torno a la difusión de consejos y contenidos debe cuidarse al extremo.

Sin embargo, en los últimos tiempos se asiste a un incremento de blogeros, influencers, etc. no sanitarios que realizan recomendaciones y análisis de productos sanitarios en Internet, especialmente dermocosméticos. La legalidad de algunas de estas difusiones ya está siendo estudiada por la Aemps tras denuncias del sector. Al margen de las posibles actuaciones de la Administración, los expertos lo tienen claro: “no puede ser que un blogger no profesional sea quien lidere la información sobre dermocosmética; debe ser el farmacéutico quien lo haga como especialista que es”, ha refrendado Óscar Mateo Quintana, director de Estudios y Análisis de Mercado de la patronal de la cosmética Stanpa, durante su intervención en la V Jornada Nacional de Dermofarmacia (MasDermo 2019) organizada por vocalía nacional del ramo del Consejo General de COF este 14 de noviembre en Madrid.

Precisamente, el vocal nacional de Dermofarmacia, Tomás Muret, ha apoyado esta visión en este encuentro que reúne a más de 600 profesionales. “Los influencers en dermofarmacia debemos ser nosotros”, ha indicado. Una influencia, tanto en el entorno online como offline, que Muret considera se debe alcanzar “manteniendo la identidad sanitaria en todos los mensajes que se transmitan; nunca debe perderse”. También su predecesora en esta vocalía nacional y actual contadora del CGCOF, Cristina Tiemblo, ha recordado que “hay que tener en cuenta que los mensajes en Internet y redes sociales no desaparecen, por lo que hay que ser rigurosos”.

Junto a la comunicación efectiva en ‘dermo’ en Internet, en esta jornada se ha analizado la importancia que tiene para el farmacéutico especializado en esta área estar presente en el mundo online. En este sentido, los datos presentados por el representante de Stanpa corroboran la importancia de “estar”, más allá de las ventas. “El farmacéutico que quiera centrarse en el mundo online debe hacerlo más en orientar y aconsejar frente a crear grandes plataformas de ventas”, ha aconsejado.

Por ejemplo, los estudios de mercado señalan que solo el 3 por ciento de las ventas de productos de personal care se efectúan en Internet. “Internet no es tanto el lugar donde se produce la venta sino el lugar donde informarse. El usuario entra sistemáticamente a la Red para buscar información pero, al menos en la primera experiencia de compra, se sigue apostando por el punto físico para testar el producto”, ha manifestado Óscar Mateo. Como ejemplo de su exposición, el representante de Stanpa ha recordado que aquel canal online que mantiene un punto físico es el que más crece en e-commerce: en torno un 21 por ciento. Es ahí donde las farmacias tienen una oportunidad que aprovechar: “el consumidor no se fía de sitios online que no tienen establecimiento físico”, ha insistido.

Un sector con buena ‘salud’

Respecto a la ‘salud’ de la dermofarmacia, y, en concreto, la comparativa entre la farmacia y otros canales de venta, Cristina Tiemblo ha expuesto que “es un sector que evoluciona bien porque hay profesionales detrás de un producto; el consejo da el prestigio”. “Los farmacéuticos son prescriptores de cosmética”, ha respaldado Mateo. Un que factor debe ser aprovechado por la farmacia frente a otros canales y superficies donde solo se hace venta a demanda del paciente.

Algunos de los datos expuestos en esta jornada indican el liderazgo del canal farmacia. Por ejemplo, el 40 por ciento de todas las ventas de productos de la piel en España se efectúan en farmacias, un porcentaje que sube al 53 por ciento respecto a productos solares. En líneas generales, el negocio de la dermo y en especial la cosmética se ha duplicado en el canal farmacia en los últimos diez años, suponiendo en torno al 10 por ciento de media de la facturación de una botica.