La Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac) denunciaba recientemente que el farmacéutico comunitario “podría estar siendo mucho mejor aprovechado” en la crisis de salud pública que está propiciando el coronavirus. En este sentido, identifica diversas “áreas de colaboración” de las farmacias que se podían potenciar. Su presidente, Jesús C. Gómez, hace balance en esta entrevista con EG de cómo está siendo la labor a pie de mostrador frente al virus, las virtudes a potenciar de estos establecimientos… Y sus necesidades, que las hay.

Pregunta. Comencemos por la actualidad. Como farmacéutico titular (en Barcelona), ¿cómo se está afrontando esta situación sobre el terreno, en las boticas?

Respuesta. No hay mascarillas, no hay alcohol, no hay geles hidroalcohólicos, no hay termómetros. Yo estoy utilizando una mascarilla que nos ha cedido una usuaria. Y todo ello trabajando horas y horas. Estamos en riesgo, en situación precaria. Y si ‘cae’ la farmacia comunitaria, el SNS va a tener un problema. Los farmacéuticos deberíamos haber sido provistos de material de protección, aunque fuese presentando tanta documentación como hiciese falta: DNI, número de colegiado…

P. ¿Y la adaptación de los pacientes a esta situación?

R. Es increíble la comprensión y el reconocimiento que tenemos de la población, y el comportamiento modélico que están teniendo respecto a las medidas de seguridad.

P. Recientemente, Sefac ha denunciado que los farmacéuticos “podrían estar siendo mucho mejor aprovechados” en esta crisis de salud pública.

R. De momento, con las farmacias solo hay buenas palabras. Gestos y obras desde la Administración, ninguna. Los profesionales que trabajamos en las farmacias somos los grandes olvidados. Nos ofrecemos y exponemos dia a día por los pacientes, venimos reclamando que deseamos ser mejor aprovechados…y ahora hemos pasado a tener que denunciar que estamos olvidados. ¿Cómo es posible que seamos la primera línea de actuación fuera de la “urgencia”, y, aún así, seguimos fuera de los protocolos oficiales? Quiero denunciarlo así de tajante. Pido que se escuche a los que estamos al pie del cañón. Tenemos mucho que aportar.

P. ¿Se están desaprovechando recursos, entonces?

R. No hay protocolos de coordinación conjuntos para el personal sanitario de Atención Primaria (AP), donde nos incluimos los farmacéuticos. Desde cada nivel se está haciendo lo que se considera o se puede. Hay una falta total de coordinación administrativa. Vamos a remolque. Y todo ello, a pesar de que hay constituida por el Ministerio una Mesa de trabajo de Atención Primaria. ¿Por qué no ha convocado el Ministerio en todo este periodo de crisis del coronavirus una reunión telemática de esta Mesa de AP?

P. ¿Se ha pedido oficialmente esta convocatoria desde Sefac?

R. Yo he remitido un escrito al ministro. Entendemos que son momentos frenéticos, en especial para él, y que todos estamos echando el resto en esta crisis. Profesionales, políticos, autónomos, sectores de cualquier tipo…  Todos. Pero, con los medios tecnológicos que hay, y los departamentos en los que se estructura el Ministerio, me pregunto: ¿esta crisis no es motivo suficiente para convocar una reunión telemática de Medicina, Farmacia y Enfermería? Hay que activar la mesa ya. Para un fin puramente clínico, no sindicalista. Pero también quiero y debemos ser autocríticos. Es igualmente cierto que la Farmacia tampoco ha promovido un cónclave propio en esta crisis. Sefac se ofrece para ello.

P. ¿A qué protocolos comunes que “echa en falta” se refiere concretamente?

P. Faltan protocolos comunes asistenciales, y claros, de aplicación sobre el terreno. ¿Qué debemos hacer oficialmente desde las farmacias cuando un paciente que presenta síntomas, y no le han hecho la prueba, acude a nosotros? ¿Qué debemos hacer oficialmente las farmacias ante un paciente al que, por ejemplo, se le ha cancelado la consulta con el dentista y necesita cierta medicación? ¿Y ante las dispensaciones de urgencia? Esos son los protocolos liderados por la Administración que no existen y considero fundamentales. Y sobre todo, porque esa coordinación, si se promueve y lidera, es muy fácil de conseguir. SEFAC, Semergen y SEMFyC cuentan con decenas de protocolos asistenciales consensuados. Por ejemplo, respecto a algo tan importante en estos días como es la atención en síntomas menores. ¿Cómo no íbamos a ser capaces de protocolizar la asistencia en torno al Covid? Pero debe ser la Administración quien lo lidere para que no haya múltiples mensajes. En una situación de alarma hay que ir todos juntos.

P. ¿Cree que esta crisis, y el estado de alarma, va a revelar “a la fuerza” la importancia de servicios rechazados por la Administración como la AF Domiciliaria o la dispensación a domicilio?

R. Yo mismo he tenido que desplazarme estos días a casas de pacientes habituales de mi farmacia para llevar medicación. Hay quien puede venir a la farmacia, pero hay muchos otros que no pueden acudir ni enviar a nadie a por su medicación. Sefac va a hacer una declaración y posicionamiento oficial al respecto de este tipo de actuaciones. Puedo asegurar que se respaldará en todo momento a cualquier farmacéutico socio que tome este tipo de decisiones asistenciales que no están articuladas por ley o en un vacío legal.

P. Otro asunto espinoso y más aún en estos momentos: la dispensación de medicamentos DH en hospitales a pacientes ambulatorios. Los Servicios de Farmacia ya están implantando soluciones para evitar o reducir esas visitas. Pero, ¿se podría mirar también a las boticas?

R. Sé que hay iniciativas para fomentar el envío de medicamentos a los domicilios desde los hospitales. Pero no se trata de ir enviando por servicios de mensajería los medicamentos de DH. Esa no es la forma. No solo porque tenemos una distribución farmacéutica que permite que llegue el medicamento a cualquier rincón del país. Esta solución resta importancia clínica a la labor del farmacéutico de hospital. ¡Claro que se podría aprovechar la farmacia comunitaria! Y, si hubiese interés de la Administración, estoy seguro que se podría articular inmediatamente la vía legal para ello.

P. Otros servicios profesionales que se ofrecen en las farmacias —programas de adherencia, cesación tabáquica,etc.— ¿están paralizados de facto? ¿Cómo se plantean de cara al futuro si se alarga esta situación?

R. Los servicios asistenciales están paralizados. El objetivo es idear soluciones para que el farmacéutico pueda continuar haciendo seguimiento a los pacientes crónicos. Personas que viven solas, que tienen que renovar la medicación, que deben controlarse periódicamente ciertos parámetros… Por ejemplo, sé que se están cancelando citas médicas para administrar vacunas de la alergia. Si ésto se prolonga, abría que volver a abrir ciertos ‘melones’ como el de la asignación de nuevas funciones a las farmacias. Pero ahora estamos centrados en el Covid-19.

P. En la mirada Internacional, en Italia se está fomentando la dispensación a domicilio desde las farmacias y en Francia las boticas tendrán potestad de renovar tratamientos al menos hasta mayo. ¿Cómo valora estas medidas?

R. Pues me quedo con la sensación de que hay que tomar decisiones ya, y estos son ejemplos de cómo afrontar decididamente un problema apoyándose en el farmacéutico. Mientras, aquí estamos denunciando nuestras condiciones precarias. Sefac va a promover varias medidas asistenciales para nuestros socios. A nosotros (Sefac) nos preocupa la salud, los pacientes y la labor de los farmacéuticos.

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