Ainhoa Muyo Madrid | viernes, 14 de septiembre de 2018 h |

La dermofarmacia cobra cada vez más protagonismo en la oficina de farmacia; y es que como comenta Luis González, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), “la dermofarmacia ayuda a rejuvenecer las oficinas de farmacia”.

Esto se hace aún más importante en enfermedades como la dermatitis atópica, una dolencia muy desconocida que afecta a gran número de pacientes y es muy invalidante. Así se ha puesto de manifiesto durante unas jornadas celebradas en el COFM, con motivo del Día Mundial de la Dermatitis Atópica. Este encuentro, celebrado en colaboración con la Asociación de Afectados por la Dermatitis Atópica (AADA), tenía por objetivo poner en conocimiento de los profesionales distintas experiencias de pacientes con dermatitis atópica para mejorar la atención farmacéutica.

Las personas afectadas por esta enfermedad suelen acudir en primera instancia a las farmacias para pedir consejo sobre qué productos aplicarse en la piel y cómo proceder en caso de brote: “Los farmacéuticos somos conscientes de lo incapacitante que puede llegar a ser esta enfermedad y lo importante qué es controlar un brote lo antes posible. Por ello, debemos explicar correcta y detalladamente a los pacientes y su familiares qué productos son los adecuados en cada caso y cómo han de aplicarlos”, explicó Rosalía Gozalo, vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios de la entidad colegial.

En este sentido, hay que tener muy en cuenta “los productos necesarios para la higiene, así como los más adecuados para la hidratación”, comentó Gozalo.

Otra de las ventajas que aporta el farmacéutico consiste en la correcta información en torno a la enfermedad como, por ejemplo, el componente genético y hereditario. Según Gozalo “es importante consultar al paciente si otros familiares padecen esta dolencia ya que es una enfermedad con altas probabilidades hereditarias, lo que ayuda en el diagnóstico”.

Por otro lado, el farmacéutico debe informar correctamente al paciente sobre la importancia de la fotoprotección. “Aplicar una protección solar adecuada durante todo el año es imprescindible para evitar otras enfermedades graves de la piel, a las que los pacientes con dermatitis atópica son más propensos”, afirmó Gozalo.

Además, y como a día de hoy no existe un tratamiento crónico para esta dolencia, los pacientes ven en el farmacéutico una persona cercana a la que pedir consejo. En palabras de Jaime Llaneza, presidente de AADA, “los farmacéuticos tienen un papel fundamental a la hora de atender a pacientes con dermatitis atópica, ya que se trata de una enfermedad muy invalidante. Un consejo a tiempo puede ayudar a que el paciente no se aisle por padecer esta dolencia”.

Formar a los farmacéuticos

Todo este apoyo del profesional de farmacia hace imprescindible la formación en torno a la dermatitis atópica y sus síntomas: “Organizamos jornadas y realizamos materiales que puedan ayudar al farmacéutico a detectar mejor este tipo de enfermedades y derivar así al especialista en aquellos casos que tienen los síntomas de dermatitis atópica”, afirmó Luis González durante la rueda de prensa con motivo del Día Mundial.

Gracias a estas jornadas, el farmacéutico puede derivar, a través de síntomas y preguntas, al paciente de dermatitis atópica y contribuir a la realización de un diagnóstico precoz. Según comentó Llaneza, este diagnóstico, que se produce en mayor parte en la infancia, ayuda a evitar que los síntomas empeoren y, por tanto, que la enfermedad se cronifique.

Además, la correcta formación en este campo puede evitar la prescripción de productos erróneos al paciente que puedan empeorar la enfermedad o el brote.

Por último, el farmacéutico ayudará en la importante labor de dispensar y explicar el tratamiento farmacológico, así como en colaborar en la correcta adherencia a los distintos tratamientos.