Alberto Cornejo Oviedo | viernes, 16 de septiembre de 2016 h |

Los cribados, y en concreto el de la patología del VIH/Sida, es, a día de hoy, el servicio farmacéutico profesional por el que más apuestan las Administraciones a la hora de delegar —retribución mediante— nuevas funciones a las oficinas de farmacia. Con la reciente incorporación de Asturias, ya son seis comunidades autónomas (un tercio del total) las que han confiado en estos establecimientos un papel protagonista en sus programas de prevención y detección, a través de la realización en ellas de pruebas de rápido diagnóstico. De forma previa a Asturias, ya apostaron por ello País Vasco (2009), Cataluña (2009), Castilla y León (2010), Cantabria (2012) y, más recientemente, Baleares (2015).

En el caso astur, desde el pasado 15 de septiembre son diez farmacias del Principado las que, en una primera fase que durará un año, ya ofrecen la realización de test rápidos del VIH/Sida. Según detalló el director general de Salud Pública asturiano, Antonio Molejón, esta decena de establecimientos han sido elegidos “estratégicamente” para dar cobertura a las mismas zonas sanitarias en las que, a título administrativo, se divide el Principado. Así, dichas farmacias se ubican en Gijón (2), Oviedo, Avilés, Cangas de Onis, Cangas del Narcea, Lugones, Navia, Mieres y La Felguera.

“Este programa confirma a los farmacéuticos como agentes de salud”, estima Molejón, amén de agradecer “la colaboración sistemática” del colegio farmacéutico con aquellas iniciativas de Salud Pública promovidas por la Administración. Ambas partes han elaborado un protocolo de actuación para los profesionales de las farmacias que incluye formación específica para la realización de la prueba y la comunicación de resultados. “Esperamos que tras el año de duración del piloto nuestra participación facilite los objetivos marcados y se pueda ampliar en el futuro el número de farmacias participantes”, expone a EG la presidenta colegial, Belén González-Villamil.

Remuneración estándar

Este proyecto puesto en marcha en Asturias está dirigido a personas mayores de 16 años que hayan tenido prácticas de riesgo. Cada prueba —anónima y con resultados a los veinte minutos— tendrá una retribución para la farmacia de seis euros a abonar por el usuario. El coste/remuneración marcado en Asturias es parejo al establecido en la mayor parte de las regiones (ver imagen) que tienen implantada esta iniciativa. Cataluña es quien tiene establecida la tarifa más alta (10 euros). Ahora bien, en algunos casos (País Vasco) a la aportación de cinco euros que realiza el usuario se añade un pago de la Administración de otros 18 euros por test realizado.

En el cómputo nacional, este cribado del VIH es el servicio que mayor confianza genera en las Administraciones al apostar por la farmacia. En ese ranking de ‘confianza’ aparecen otros servicios como los cribados de cáncer de colon, programas de seguimiento farmacoterapéutico o la atención farmacéutica domiciliaria, si bien sin superar el par de comunidades donde son una realidad. Lejos en todo caso de las seis regiones que ya apuestan por los tests del VIH en boticas.