La especialidad de farmacia deportiva es una práctica cada vez más extendida entre los profesionales que buscan aunar el conocimiento sanitario y el deporte. Así lo recoge un informe la Federación Internacional Farmacéutica (FIP) y la Red Internacional de Farmacéuticos Deportivos, que destaca cómo las competencias de los boticarios pueden ser de gran utilidad en el apoyo a los atletas, el control de dopaje y la prestación de servicios en eventos deportivos.

Los farmacéuticos han adquirido un nuevo rol clave cada día más reconocido en la selección y administración de medicamentos en el cuidado de la salud de los deportistas y en el desarrollo de servicios asistenciales tanto en los reglamentos antidopaje como fisiofarmacología. El documento pretende, por un lado, definir esta área emergente de farmacia especializada, ofrecer un diagnóstico de la situación actual de esta materia en expansión y también exponer las necesidades de aprendizaje e identificar las exigencias educativas en las que profundizar.

“Los farmacéuticos deportivos se caracterizan por el compromiso de defender la salud de los atletas y la equidad en el deporte, su dedicación para mantenerse actualizados sobre recomendaciones basadas en evidencia para la salud y el movimiento antidopaje”, explica Ashley Anderson, editora principal del informe.

Funciones del farmacéutico deportivo

Este enfoque brinda una oportunidad única para que los farmacéuticos y los expertos en terapéutica, interpreten con precisión la información y la evidencia farmacéutica y farmacológica. La integridad de la farmacia deportiva se caracteriza fundamentalmente por el uso apropiado de productos farmacéuticos para el mantenimiento, la restauración o recuperación de la salud.

Pero abarca también otros muchos aspectos como el control y conocimiento del uso de medicamentos no autorizados, el cuidado continuo de los atletas para prevenir el dopaje o la vigilancia de los tratamientos. Además, deben impulsarse habilidades prácticas en el asesoramiento del paciente para fomentar cuestiones relativas a la nutrición, incluidos los riesgos y beneficios de los suplementos dietéticos. Sin olvidar la atención farmacéutica en el caso de la prevención, tratamiento de enfermedades médicas agudas y crónicas, así como el manejo del dolor y las lesiones.

Impulsar la educación

Uno de los objetivos de la FIP es impulsar la adopción de una enseñanza de calidad que profundice en la farmacia deportiva como un desarrollo profesional para los alumnos. Por ello pide que esta disciplina se incluya en los planes de estudio de grado y postgrado en las universidades como una opción más a la hora de adquirir conocimientos en un área que requiere de especialsitas cualificados.

La educación superior en este campo no está disponible, avisa la Federación, en muchos países y los certificados o titulaciones que permitan su ejercicio son escasos. Aunque bien es cierto que la literatura académica y la accesibilidad a los programas formativos se han incrementado en los últimos años.

Los expertos sugieren que es inexcusable fomentar una fuerza laboral farmacéutica que pueda contribuir profesionalmente en la ciencia del deporte. “Es crucial una especialización avanzada a través de la educación y la capacitación”, reza el texto.

Un camino en continuo desarrollo

La implicación de los farmacéuticos en el buen desempeño deportivo tiene su origen con el surgimiento de la Agencia Mundial Antidopaje en 1999, que tenía como objetivo proteger a los atletas mediante la promoción del deporte limpio, armonizar reglas antidopaje y abordar políticas a nivel mundial sobre medicamentos y métodos de manipulación de sangre o genes.

El Consejo de la FIP adoptó una declaración sobre las ‘Normas profesionales para farmacéuticos en el dopaje en el deporte’ en 2005. Esta proclamación se convirtió en 2014 en el documento ‘El papel del farmacéutico en la lucha contra el dopaje en el deporte’, que presentó recomendaciones sobre la participación de las farmacias en el deporte a través de la dirección, las asociaciones farmacéuticas, los fabricantes de productos farmacéuticos y los beneficios del ejercicio. “Desde ese momento la FIP estableció un claro compromiso con el importante papel que tienen los farmacéuticos en el deporte”, recogen en el texto. Más recientemente la Federación publicó en 2021 ‘Cinco claves para los farmacéuticos que trabajan con atletas’, que recogía muchas de las consideraciones expuestas en este último informe.


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