ENRIQUE CAMPILLO Madrid | viernes, 13 de octubre de 2017 h |

El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid da un paso adelante en cuanto al riesgo que supone la venta ilegal de medicamentos por internet, y lo hace con una campaña pública de comunicación que durará dos meses, con el objetivo de concienciar y alertar a la población sobre el riesgo que supone comprar fármacos en sitios de internet que no sean farmacias autorizadas.

‘No compres medicamentos a ciegas en Internet’ es el lema de la campaña que comenzará este 16 de octubre a través de las 2.854 farmacias de la Comunidad de Madrid, vayas publicitarias, marquesinas y medios de comunicación, tanto prensa como radio y televisión. Un mensaje que los madrileños podrán observar también en el metro o en más de 20 líneas de autobuses de la EMT.

La campaña, respaldada por la Comunidad de Madrid, pretende reivindicar la figura del farmacéutico y de la botica como únicos garantes en la compra de fármacos.

Tal y como detallaba Luis González, presidente del COFM, “estamos detectando cómo últimamente está aumentando considerablemente la venta de “sustancias” a través de internet y aconsejamos que todo tipo de medicamentos que utilicen los ciudadanos sean adquiridos en los establecimientos legales y autorizados, para así evitar las falsificaciones”.

González aseguraba que “lo que más nos mueve a los farmacéuticos es la salud del paciente”, y avisaba que “nadie puede asegurar que el principio activo o la dosis de un medicamento comprado ilegalmente es la que necesita el paciente. Nadie puede asegurar que ese medicamento es compatible o no tiene ninguna interacción con otro tipo de medicamento que el paciente esté tomando, y la sociedad debe ser consciente de ello”.

Asimismo afirmaba que el perfil de los compradores de fármacos a través de webs ilegales era difícil de concretar, pero que, en general, “son jóvenes que no tienen confianza con un farmacéutico y prefieren otro camino para adquirir cualquier tipo de medicación”.

La campaña de los farmacéuticos madrileños recalcará que la venta online en España está reservada para las farmacias autorizadas que estén identificadas con el logotipo común europeo de verificación legal y que sólo se pueden adquirir fármacos sin receta, porque “queda terminantemente prohibido la venta por internet de cualquier tipo de fármaco que necesite prescripción médica”, sentenciaba González al mismo tiempo que apelaba a la responsabilidad de los ciudadanos.

“Hay que dar un paso adelante para pedir a la población que no arriesgue su salud. No hay atajos en la compra de medicamentos”, indicaba y confiaba en que “el ciudadano tiene que tener la seguridad, la tranquilidad y la máxima confianza con el farmacéutico ya que es el experto en el medicamento y el sanitario más cercano a la población. Deben de seguir confiando en nosotros. En cuestión sanitaria, con la red de farmacias madrileñas y los horarios que tenemos, el ciudadano debe siempre acercarse a su botica para comprar los productos necesarios de la manera correcta”.

Durante la presentación, también se reflejó que las cifras que mueve el tráfico de medicamentos falsos son crecientes tanto en España como en el mundo en general.

Se incidió en los últimos datos arrojados por la operación Pangea X, en la que la Guardia Civil ha intervenido durante este año 4,5 millones de dosis de medicamentos falsificados, lo que supone unos 1.200 millones de euros.

Los fármacos más falsificados

Luis González expresó su satisfacción porque gracias a la colaboración de ciudadanos, farmacéuticos y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), casi mil páginas webs fueron anuladas en 2016 en toda España. Asimismo reconocía que los controles europeos y españoles son fuertes, lo que “hace muy difícil” que en las farmacias españolas se puedan vender productos falsificados. “Esto no quita para que tengamos que vigilar más y estar más pendientes pero, hasta ahora ningún medicamento dispensado en las oficinas de farmacia es falso”, mantenía González.

En cuanto a los productos falsificados más frecuentes, González destacaba que se encontraban los potenciadores sexuales o de masa muscular, psicoestimulantes, adelgazantes, antibióticos o suplementos y complementos vitamínicos, estos últimos, “no tienen ningún control sanitario”, reflejaba.