Alberto Cornejo Madrid | jueves, 16 de mayo de 2019 h |

Tal como adelantó en exclusiva EG, la Airef ha propuesto la implantación de unas subastas nacionales de medicamentos siguiendo el patrón de las conocidas como “subastas eléctricas” que rigen el mercado de la luz en España y que el Gobierno está tomando en consideración. Unas subastas dinámicas que, según expone el Airef en su spending review sobre el gasto por recetas al que ha tenido acceso este periódico, pretenden “mejorar” el modelo aún vigente en Andalucía mediante algunas novedades cara a “fomentar la transparencia respecto al precio definitivo, eliminar el elemento de exclusividad (adjudicatarios únicos) y publicar las convocatorias a nivel europeo”.

En concreto, siguiendo ese modelo de subastas eléctricas pero con algunas salvedades, las subastas nacionales propuestas por Airef contarían con las siguientes características:

Única oferta: ante cada proceso de selección de medicamentos, cada empresa que desee concurrir presentando una única oferta, que se ordenarían de mejor a peor oferta hasta alcanzarse el volumen que determine el Estado en función de la demanda a satisfacer (cifras de consumo del medicamento). Este apartado es igual que el que rige la compra de la luz, en el que se va haciendo uso de cada oferta en orden ascendente de precio hasta cubrir la demanda.

Precio único: como ocurre con la compra de la luz, la Airef también propone un precio final único a abonar a todas las compañías que hayan sido adjudicatarias. Pero aquí se encuentra una de las diferencias respecto a las subastas eléctricas. En concreto, respecto a la fórmula para alcanzar ese precio común. En el caso de la luz, el precio final que se establece para la compra de la luz es aquel que hubiese propuesto la última empresa generadora a la que se haya tenido que recurrir —y, por ende, el más alto—. Ahora bien, para los medicamentos la Airef propone una variante de las subastas dinámicas: el precio se establecería “como la diferencia entre la última oferta necesaria para alcanzar el volumen fijado por la Administración y el precio del medicamento, hasta la subasta”.

División en lotes: Cara a fomentar el acceso y la adaptación de los suministros, la Airef considera “relevante” establecer lotes iguales sobre los que existiría preferencia en la dispensación. Este organismo considera que así se evita uno de los errores manifiestos de las subastas andaluzas que han generado problemas constatados de desabastecimientos, como es la exclusividad de la concesión a un único adjudicatario.

Duración: la Airef ve preferible un periodo largo de concesión “que incentiva a participar en el proceso e impacte lo mínimo en la adherencia a los tratamientos”. Por ello, propone un periodo de dos años de concesión o, cuando menos, “no inferior a 6 meses ni superior a tres años”.

Otra pregunta que surge —y a la que da respuesta este spending review— es la de saber si es aplicable este modelo de subastas a todo el vademécum existente en España—. La respuesta de la Airef es negativa. Para este organismo, los medicamentos que podrían (deberían) ser objeto de selección mediante subastas serían aquellos utilizados en la práctica clínica habitual y con efectos asociados a patologías comunes de naturaleza moderada, con alto impacto en el SNS y que hayan sido seleccionados en Andalucía “con resultados exitosos”. Un éxito que para la Airef pasa por haber sido concedidos en el cien por cien de casos y obteniendo grandes mejoras económicas.

Por el contrario, se propone evitar este modelo se subastas “a aquellos medicamentos con un solo suministrador o que no posean un número significativo de competidores”.

Ahora bien, la Airef también deja entrever en su propuesta de subasta nacionales que no es oro todo lo que reluce. Y es que señala en su documento que la experiencia internacional con sistemas de selección de medicamentos “indica que hay un riesgo de que caiga el número de fabricantes domésticos al reemplazarse por extranjeros”.

Tras esta propuesta, la pelota queda en el tejado del Gobierno. Cabe recordar que el Ejecutivo ha incluido en su Plan de Estabilidad recientemente remitido a Bruselas la posibilidad de implantar unas subastas nacionales “en el horizonte temporal más inmediato” y que fuentes socialistas habían confirmado a EG que ya se estudiaba este modelo propuesto por Airef.