Recientemente, se ha confirmado que la Comunidad de Madrid extenderá los tratamientos oncológicos a domicilio a todos los hospitales públicos del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS). Así, la Unidad de Farmacia Hospitalaria, junto al departamento de Oncología y Hospitalización Domiciliaria, serán los agentes encargados de coordinar esta actividad asistencial.
EG se ha puesto en contacto tanto con la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid como con Vicente Escudero-Vilaplana, socio de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) y farmacéutico del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, centro que actualmente cuenta con un piloto en pacientes oncohematológicos, que es el que se expandirá al resto de hospitales.
Desde la Consejería confirman que la intención es que, en los dos próximos años, esté extendido en todos los hospitales de la capital. Además, relatan que esperan alcanzar una cobertura de 1.250 pacientes. De hecho, para el año que viene estiman que se beneficien entre 300 y 600 pacientes. No obstante, remarcan que, por el momento, no hay una hoja de ruta trazada.
Un perfil trasversal que garantiza la eficiencia del programa
Escudero-Vilaplana profundiza en el papel del farmacéutico hospitalario en la coordinación del nuevo servicio de tratamiento oncológico a domicilio. “Estos modelos de atención fuera de las paredes del hospital tienen un gran potencial y aportar un valor incalculable a los pacientes”, afirma. “El perfil transversal de los farmacéuticos de hospital, como expertos en el uso de los medicamentos, facilita la coordinación con el resto de profesionales sanitarios para diseñar programas de hospitalización y administración a domicilio eficientes, seguros y centrados en el paciente“, hace hincapié.
Indagando en el caso del Gregorio Marañón, Escudero-Vilaplana explica que cuentan con un Grupo Director de Hospitalización a Domicilio, cuya secretaría técnica recae en el Servicio de Farmacia, y diversos Comités Operativos según las especialidades y los perfiles de pacientes y sus necesidades (Medicina Interna, Hematología, Psiquiatría, Pediatría, Neumología y Geriatría), donde los farmacéuticos de estas áreas participan en estos programas específicos, desde la protocolización hasta el seguimiento de los pacientes.
Modus operandi protocolizado para lograr los mejores resultados
Garantizar la seguridad y adherencia al tratamiento en los pacientes que reciban tratamiento oncológico a domicilio es crucial. En palabras de Escudero-Vilaplana, “la administración domiciliaria de tratamientos antineoplásicos está protocolizada con el objetivo de conseguir la máxima efectividad, seguridad y adherencia”.
Así, informa de que el tratamiento se prescribe y valida en el programa de prescripción electrónica, se prepara en cabinas de seguridad biológica por el Servicio de Farmacia, se dispensa garantizando su estabilidad y trazabilidad, y es administrado por el personal de enfermería en el domicilio de paciente. “Esta administración queda registrada en el sistema de registro electrónico de medicación (emar), permitiendo un seguimiento de la adherencia“, garantiza. Tras la administración, “el personal de enfermería monitoriza eventuales efectos adversos inmediatos o reacciones infusionales“, añade.
Además, a los pacientes y cuidadores se le proporciona información sobre la prevención y manejo de efectos adversos y se les ofrecen herramientas para comunicarse con los profesionales sanitarios (teléfono 24 horas, aplicación móvil, servicio de urgencias, etc.).
En el caso de tratamientos orales cuya administración depende el propio paciente, Escudero-Vilaplana sostiene que realizan un seguimiento farmacoterapéutico de forma remota (vía telefónica o por aplicación móvil), además del seguimiento presencial en las ocasiones que acuden al hospital. “Estos pacientes se estratifican según nivel de riesgo de sufrir eventos relacionados con la medicación y en función de este nivel y de las necesidades propias del paciente se programa su seguimiento”, alega.
Mejora la calidad de vida y optimiza los recursos hospitalarios
Según relata Escudero-Vilaplana, este programa está pensado para pacientes que cuenten con comorbilidades o dificultades reales para acudir al hospital. En estos casos, el modelo “mejora la calidad de vida del paciente, reduciendo desplazamientos, favoreciendo la conciliación familiar y laboral de pacientes y cuidadores, y aumentando así su satisfacción”, garantiza.
Por otra parte, señala que, a su vez, “optimiza los recursos hospitalarios al reducir la ocupación de hospital de día, lo que impacta de forma positiva en los pacientes que sí acuden al mismo”. También corrobora que “se ha observado que estos programas reducen las infecciones en pacientes especialmente vulnerables y pueden ayudar a afrontar la enfermedad al recibir el tratamiento en su domicilio junto a sus familiares”.
Entre los medicamentos que han incluido, inicialmente, en este programa de administración domiciliaria, menciona preparaciones estables, con un tiempo de administración inferior o igual a 30 minutos, con un porcentaje bajo de reacciones infusionales y que no sean irritantes ni vesicantes, como son algunos anticuerpos monoclonales. En este sentido, han decidido empezar en pacientes que llevan varios ciclos con un buen perfil de seguridad. “Conforme vayamos ganando experiencia y dispongamos de los recursos necesarios, aumentaremos la cartera de medicamentos“, recalca.
Una aplicación para mejorar el seguimiento y la comunicación
Con el objetivo de garantizar un seguimiento del tratamiento pautado y de asegurar un buen flujo de comunicación, en el momento de la inclusión de los pacientes en el programa se les ofrece poder utilizar una aplicación para lograrlo. “Proporciona información a los pacientes sobre su patología y tratamientos y les permite registrar su plan de medicación favoreciendo su adherencia”, subraya.
Asimismo, alega que pueden notificar a tiempo real los efectos adversos y obtener recomendaciones personalizadas sobre su manejo, cumplimentar PROMs y PREMs de forma continua, y establecer una comunicación bidireccional con sus profesionales sanitarios. De esta forma, han definido diferentes estrategias de comunicación entre los pacientes y los profesionales sanitarios que se puedan adaptar a las necesidades de los pacientes. Entre ellas, el teléfono directo con los servicios implicados, la aplicación móvil y protocolos de asistencia a urgencias.
“En una encuesta reciente a pacientes oncohematológicos observamos que a un porcentaje importante les gustaría comunicarse con nosotros a través de videoconsulta”, afirma. Por este motivo, actualmente, están implantando un programa de videoconsulta a través de la Tarjeta Sanitaria Virtual.
Centrarse en el paciente y contar con más profesionales, entre los desafíos
Conocer los desafíos a los que se enfrenta la FH al gestionar la entrega y seguimiento de medicamentos en los domicilios de pacientes oncológicos se postula como una necesidad. Al respecto, Escudero-Vilaplana destaca el diseño de programas de administración domiciliaria centrados realmente en el paciente. “Debemos dar respuesta a las necesidades de los pacientes de forma eficiente y sostenible, con el objetivo de mejorar su experiencia y calidad de vida, para ello es necesario un trabajo coordinado entre todos los profesionales sanitarios”, indica.
En este sentido, el farmacéutico del Gregorio Marañón remarca que, como mínimo, deben garantizar la misma calidad en la atención y el seguimiento que ofrecen a los pacientes que acuden a administrarse su tratamiento al hospital de día. “Debemos proporcionar herramientas para permitir un seguimiento continuo y adaptado a las necesidades de los pacientes, de forma que ciertas barreras tecnológicas no supongan un impedimento en la comunicación entre pacientes y profesionales sanitarios”, hace hincapié. Además, menciona que se debe prestar especial atención al desafío de la falta de recursos humanos en un entorno altamente exigente con una elevada carga asistencial. “Es necesario reorientar y optimizar recursos para la implantación y desarrollo este tipo de proyectos innovadores”, insiste Escudero-Vilaplana.
A día de hoy, sostiene que hay varios hospitales que ya están realizando la administración a domicilio de algunos tratamientos oncológicos, pero con una participación muy diversa de los Servicios de Farmacia. Por este motivo, “actualmente estamos realizando un proyecto, mediante la metodología Delphi, para identificar la situación en los distintos hospitales a nivel nacional y establecer un consenso de las responsabilidades y actividades que debería realizar la Farmacia Hospitalaria“, concluye.