La Comunidad de Madrid ya ha diseñado su plan para la realización de test de antígenos en las farmacias regionales, dentro de las estrategias de cribados poblacionales en las zonas de mayor incidencia de la COVID-19. Este Plan será remitido este viernes 27 de noviembre al Ministerio de Sanidad para su evaluación. “Esperamos que el Ministerio conteste con celeridad, que la respuesta sea favorable, y podamos iniciar estas pruebas en farmacias este mes de diciembre”, ha valorado el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, en una comparecencia ante los medios.

Ruiz Escudero, consejero de Sanidad de Madrid, durante la presentación del Plan de test de antígenos en farmacias.

El documento remitido a Sanidad recoge los requisitos, tanto de espacios, seguridad, formación y gestión de residuos, que deberían asegurar las oficinas de farmacia para poder ofrecer estas pruebas. La primera cuestión a reseñar es que la realización de los test a base de toma de muestras por hisopo nasal se llevaría a cabo por los propios farmacéuticos, descartando así que fuesen otros sanitarios los que se desplazasen a las boticas. Estas pruebas estarían destinadas exclusivamente a pacientes asintomáticos de las zonas de alta incidencia de COVID-19 donde se pongan en marcha.

Los farmacéuticos que mostrasen su interés en colaborar —“siempre de forma voluntaria”, ha insistido Ruiz Escudero— en estos cribados públicos deberán firmar una declaración responsable y, posteriormente, la Consejería de Sanidad les facilitará el acceso al curso formativo —que se ha desarrollado en colaboración con el Colegio de Farmacéuticos de Madrid y la sociedad científica Sefac—.

Dos modelos para realizar test de antígenos

Las farmacias podrán participar de dos maneras, según el municipio o Zona Básica de Salud donde se encuentren: aquellas que, por contar con espacios e infraestructuras suficientes puedan realizar estas pruebas “a la par que mantienen su actividad habitual de atención al público” y aquellas otras que opten por realizar estas pruebas “en tramos fuera del horario de apertura al público”.

Las farmacias que las realicen durante su horario de apertura deberán disponer de un ‘circuito COVID’ de acceso a la zona acotada donde se realice la prueba. Por otro lado, aquellas que opten por realizar las pruebas tras el cierre al público, facilitarán el horario específico para tal fin.  En todo caso, las oficinas contarán con una zona específica para realizar las pruebas, que se desinfectará después de cada una y deberá disponer de ventilación natural o mecánica. Además, en una zona previa a ese espacio, tendrán que tener un punto de información para la entrega de documentación, información sanitaria y recomendaciones higiénico-sanitarias.

500 farmacias ofreciendo test

Según las previsiones que manejan en la Consejería tras las conversaciones mantenidas con el COF de Madrid, en torno a 500 oficinas de farmacia regionales estarían predispuestas a realizar estos test de antígenos, de una red conformada por cerca de 3.000 establecimientos. No obstante, es de suponer que la cifra de farmacias voluntarias aumente progresivamente en próximos días.

 En el caso de que un ciudadano obtenga un resultado positivo, la oficina de la farmacia, como establecimiento sanitario, se lo notificará de manera inmediata (estas pruebas ofrecen resultado entre 15 y 20 minutos). Al mismo tiempo, se pasarán los datos a la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, a través de un sistema centralizado de registro que quedará integrado en los sistemas de información de la Consejería de Sanidad.

Tras la presentación de este plan y su envío al Ministerio Sanidad para su visto bueno, la ‘pelota’ queda ahora en el tejado del Paseo del Prado, 18-20.