Es una imagen tan icónica de las farmacias españolas como ilógica en pleno 2022. Tediosa para los propios profesionales. Pero obligatoria (siendo la principal razón de su aún vigencia). Ante cada dispensación, se repite la escena: el profesional coge su cúter y procede a recortar el código de barras del envase del medicamento como documento probatorio de la operación y el posterior abono de la receta.
En plena época de e-health, de apps y wereables para el seguimiento, de sistemas electrónicos de verificación de medicamentos vía Datamatrix, etc., la relación de un farmacéutico comunitario con un útil tan alejado de la tecnología como el cúter se encamina a cumplir sus ‘bodas de oro’, toda vez que este trámite administrativo se implantó en 1975.

Ahora bien, con un poco de suerte, no llegará a cumplirse tal efeméride. Cuando menos, no en toda España. La Comunidad de Madrid ha asumido el liderazgo para que ello no ocurra, al iniciar un proyecto piloto para implantar, de forma pionera, la facturación totalmente electrónica, aprovechando el sistema de verificación de medicamentos con el que obligatoriamente trabaja toda la red de boticas desde 2019.
El proyecto se pone en marcha gracias a la colaboración entre la Consejería de Sanidad y el colegio farmacéutico regional. Seis oficinas de farmacia han comenzado a escanear el código de ‘Datamatrix’ del cartonaje dentro de un proyecto piloto que permitirá eliminar el actual sistema del cupón precinto. El propio consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, y el presidente en funciones del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, Luis González Díez, presentaron la iniciativa en la Farmacia Malasaña, una de los citados seis establecimientos participantes.
Procedimiento
Con esta solución digital se evitará la actual manipulación de los envases por parte del farmacéutico, obligado a recortar el citado código de barras impreso en los envases como comprobante de la dispensación para su posterior facturación con cargo al Sistema Nacional de Salud (SNS). Tanto Ruiz Escudero como González expusieron las ventajas: más agilidad en la asistencia farmacéutica, nuevas garantías en la trazabilidad y seguridad del medicamento y más tiempo para el farmacéutico al eliminar cargas administrativas.
“Vamos hacia la digitalización de este proceso con el identificador único. Es decir, pasamos de cortar el código de barras a escanearlo”, ha afirmado el consejero de Sanidad, quien ha pedido al Ministerio de Sanidad que se plantee el adelanto del plazo para establecer este identificador único, fijado para febrero de 2024, y permita que las comunidades que ya estén preparadas, como lo están las farmacias madrileñas, puedan utilizarlo cuanto antes.

Por su parte, Luis González ha señalado que el farmacéutico “dejará atrás una actividad puramente administrativa, que data de 1975, para dedicarse al consejo, orientación e información al paciente en tareas más asistenciales que burocráticas”. El presidente en funciones del COFM ha agradecido al consejero de Sanidad su sensibilidad y su compromiso con la modernidad, las tecnologías y lo asistencial. “Madrid, una vez más, lidera un cambio reclamado por la profesión y será pionera en comprobar y analizar los sistemas que deberán facilitar fiabilidad y seguridad a todos los que intervienen en el proceso de receta”, ha subrayado.
El cupón precinto coexistirá con el nuevo identificador único digital (código Datamatrix) hasta su total implementación en el Sistema Español de Verificación de Medicamentos (SEVeM), fijado por el Ministerio de Sanidad para 2024, según el Real Decreto 717/2019, por el que se regula el procedimiento de autorización, registro y condiciones de dispensación de los medicamentos de uso humano fabricados industrialmente.
Primeros 1.826 envases sin cupón
El proyecto piloto de Madrid, que tendrá una duración de dos meses al menos, se inició el 24 de enero con una primera farmacia de la localidad de Buitrago de Lozoya, seguidamente se incorporó una farmacia del centro de Madrid y ayer se unieron cuatro farmacias más.
El sistema de eliminación del cupón precinto, a través del código Datamatrix en SeVEM, está funcionando perfectamente y, hasta la fecha, las dos primeras farmacias en sumarse al proyecto han dispensado un total de 1.826 envases a los que ya se les ha eliminado el cupón precinto. El cupón precinto va impreso en los envases de los medicamentos, junto con el código Datamatrix, que es el que identifica que el medicamento ha sido autorizado para su inclusión en la financiación del SNS. Este cupón es el que los farmacéuticos cortan y posteriormente adhieren en la receta médica en papel u en las hojas de cupones para su posterior facturación a cargo del SNS.
Por otra parte, los medicamentos que se estén fabricando desde febrero de 2019 deben tener obligatoriamente ya el identificador único. No obstante, aquellos que se hayan fabricado previamente podrán seguir en el canal de distribución hasta su caducidad, siendo la fecha límite febrero de 2024.
Las ‘disculpas’ anticipadas de Carcedo
Para la anécdota, la ex ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, en los Premios y Medallas del CGCOF en 2018, aludiendo al sistema de verificación de medicamentos, pedía “perdón” a los farmacéuticos porque ello acarrearía perder la “tradición” ligada a la historia de la profesión de recortar el código de barras. Los murmullos del auditorio también fueron ‘históricos’. Hace tiempo que los farmacéuticos quieren romper con este ‘pasado’.