El sector de la distribución está totalmente volcado con la Farmacia y se debe a ella, pero esto implica diversos desafíos para la cadena de distribución farmacéutica. “La oficina de farmacia influye, para bien o para mal, en las entidades de distribución”, aseguró Álvaro Cosmen, director de Asesoría Jurídica en Cofares, durante su intervención en el III Congreso de Derecho Farmacéutico, organizado por el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM).

“La práctica mayoría de las principales vías de distribución farmacéutica en España son cooperativas o entidades sociales de capital, cuyos socios o accionistas son los farmacéuticos. Por ello, nos debemos a la oficina de farmacia y es nuestra razón de ser“, agregó el experto. Y, entre los retos, mencionó el de “seguir prestando el mismo servicio que se presta a día de hoy” o “los problemas de desabastecimiento, muy latentes en el mercado”.

Sin embargo, hay un desafío que destaca por encima del resto por su actualidad e inmediatez: la digitalización. Fernando Vélez, CEO de Farmacias Trébol, expuso que ve el sector “anticuado e incoherente“. “Vamos a una farmacia de servicios, evolucionada, que tiene que centrarse en el paciente, pero de repente lo que te encuentras es que todavía estamos con los sellos en las oficinas poniendo el celo”, apuntó en referencia al cupón precinto. “¿Cómo vamos a hablar de IA si no se avanza en esto que es básico?”, se preguntó.

Hacia la modernización

Sin embargo, Julián Pérez-Templado, director corporativo jurídico en Hefame, apuntó que el sector “va cada vez a una mayor actualización o modernización”. “Aunque es un sector muy regulado, el mercado es implacable, con una serie de dinámicas que se están materializando, como la concentración entre distribuidores”, agregó.

Por ello, Pérez-Templado indicó que quieren “acompañar” a las farmacias en “la inevitable digitalización y actualización de los servicios que prestan”. “La farmacia es más que un dispensador de medicamentos, es un establecimiento sanitario; es la primera barrera del sistema de salud de toda persona enferma, porque cuando alguien se encuentra mal, lo primero que hace es ir a la farmacia”, indicó.

Finalmente, José Manuel Luna, abogado de Fedifar, apuntó a algunos beneficios del sector de distribución offline: “El sector se ha concentrado, se ha profesionalizado y se ha puesto mucha tecnología en los almacenes. De la pandemia hacia esta parte, la distribución está más reconocida por parte de las administraciones y ha ganado más protagonismo”, aseguró. Y todo ello, añadió, lo ha hecho con unas “barreras de entrada para la competencia -por la naturaleza del sector, pues al final es un sector cooperativo donde los clientes son los propios propietarios-, que ha sabido empujarlas”.

“El laboratorio podría servir directamente a la farmacia, no es objetivamente imprescindible la distribución; el reto es ser más imprescindible aún y, para ello, es necesario dar servicio a las farmacias, a los laboratorios y a la administración“, concluyó Luna.